Se iba a arrepentir de esto...

Podríamos —Hizo una pausa mientras se mordía los labios nervioso —hablarlo.

Jaehyun buscaba conectar sus miradas pero Taeyong lo evitaba.

El pelinegro soltó una risita.

Hijo de puta.

No estaba seguro del porque le causaba tanta vergüenza hablar sobre sexo, es decir, ¡estaba quedando como un puberto primerizo!

Tal vez era porque sus anteriores relaciones no iban tan en serio y el sexo era solo algo más que no iba a volver a tener con esas personas, pero ahora a Taeyong le importaba más, quizá porque le importaba más Jaehyun y le importa su relación más de lo que le importaban sus anteriores parejas.

—¿Hablar sobre qué, amor? —Preguntó risueño el menor.

—¡Sabes de que hablo! —Respondió enfadado el contrario —¡Quiero saber que es lo que quieres, que y como te gusta! Quiero hacer todo bien y quiero poder complacerte y sería más fácil si me lo dices... —Taeyong comenzó hablando rápido y alterado para que luego sus palabras se convirtieran en lentos y bajos susurros.

Por suerte —y porque lo conocía— Jaehyun logró comprender lo que decía.

El menor sonrío enterneciendo antes de hablar —Mmm... Creo que tu ya sabes mucho de eso, Yongie.

Tenía un buen punto.

Taeyong lo pensó, y de hecho su novio tenía razón.

En sus citas que terminaban en roces candentes había descubierto muchas cosas.

Por ejemplo, sabía que un punto sensible de Jae eran sus orejas, siempre que las besaba o suspiraba siquiera cerca, era motivo para que su novio perdiera el control y lo mirara con cierta oscuridad y enfado.

Taeyong sabia que lo calentaba y con más razón lo hacía.

También sabía que Jaehyun adoraba sus muslos y su trasero. Cada vez que el castaño utilizaba pantalones entallados, o cuando dormían juntos y solo ultilizaba una camisa larga y sus calzoncillos, podía notar como lo veía y literalmente lo devoraba en su mente.

Y de nuevo, lo sabía y le encantaba provocarlo.

Podría seguir con una larga lista de pequeñeces que sabía que a Jaehyun le excitaban, desde sus puntos sensibles, lo que le gustaba de él mismo, y cosas que le gustaba hacerle.

—Pero, si quieres que te responda, lo haré —El menor lo sacó de sus pensamientos luego de un tiempo en silencio.

La mirada de Jaehyun se volvió seria y lo vio intensamente. Taeyong sintió toda la sangre de su cuerpo concentrarse en un punto exacto al recibir esa mirada.

—Quiero tenerte encima de mi, brincando y tratando de alcanzar el orgasmo, pero tambien quiero tenerte debajo de mi y ver cada mínimo detalle de tu rostro y tus expresiones cuando meta mi pene en ti —El rostro de Taeyong se calentó, pero quería seguir oyendo a su novio por más avergonzado que estuviera, al contrario de Jaehyun, quien en ningún momento mostró pizca de duda —. Quiero que te sientes en mi cara para poder devorarte, también me gustaría ponerte frente a un espejo para que veas lo lindo y perfecto que te ves cuando estás excitado.

Limits | Jaeyong OSOù les histoires vivent. Découvrez maintenant