Limits | Jaeyong OS

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El ruido del timbre lo sacó de sus pensamientos. Taeyong parpadeó varias veces, espabilando su mente y volviendo a la realidad.

Su teléfono vibró mostrando en pantalla las notificaciones de sus mensajes.

Jaehyun le avisó que estaba por llegar hace 10 minutos y confirmaba su llegada justo ahora.

El castaño se apresuró a juntar sus pertenencias para no hacer esperar a su novio. Y a decir verdad, el tampoco quería esperar más.

Luego de asegurarse que llevaba todo en su pequeño morral, salió de su habitación y bajo las escaleras en dirección a la puerta principal para ver a su querido novio esperándolo en el umbral.

Jaehyun lo recibió con una sonrisa con preciosos hoyuelos.

Dioses... Podrían pasar años y Taeyong seguiría sintiendo su corazón calentarse al ver a su novio sonreír solo para el como si fuera la primera vez. 

—¿Estás listo, amor? —Le pregunta el pelinegro y Taeyong le devuelve la sonrisa mientras asiente.

Hoy tendrían una de esas citas que dejaba a ambos con ganas de más. Pasarían la noche en casa del menor viendo películas.

—Si, Hyunnie —Responde saliendo de la casa para luego ponerle lleve a la puerta —. Gracias por venir por mi.

No era la primera vez que lo recogía, ya fuera en su casa o de algún otro sitio, pero Tae siempre agradecería que su novio se diera el tiempo de irlo a buscar.

Jaehyun volvió a sonreír y se acercó para tomar su morral —No hay de que —Aprovecho la cercanía para dejar un casto beso sobre sus labios. Se separó y tomó su mano —. Ahora vamos.

El castaño asintió y caminaron juntos al auto del menor.

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Eran las 7:30 de la noche cuando llegaron a casa del menor.

Decidieron que irían a comer y luego pasaron a un supermercado a comprar de todo para su noche de películas: dulces, refrescos y de más botanas.

Taeyong adoraba ese tipo de citas, lo hacía sentir que el y Jaehyun eran una pareja casada haciéndose cargo de tareas domésticas, pero sin perder el encanto de ser jóvenes, ya que en el supermercado siempre terminaban jugando como niños pequeños con los carritos.

Jaehyun llevaría a su novio dentro de estos para luego correr y asustar a su mayor. Luego lo ayudaría a bajar debido a los encargados y sus regaños por sus actitudes infantiles.

Si, adoraba eso.

Ahora estaban dejando las compras en la cocina del pelinegro.

Sus padres habían salido por el fin de semana. Jaehyun proviene de familia adinerada, su padre siempre está de viaje por negocios y su quería esposa siempre lo acompañaría. El chico ya estaba acostumbrado a ello, y a pesar de eso, jamás tuvo carencias en cuanto a atención por parte de sus padres.

De joven, su madre se quedaría para cuidar de él, y su padre aprovecharía al máximo su tiempo en cada oportunidad para pasarlo con su hijo.

Ahora que era mayor y se convirtió en un adulto bastante responsable, ambos de sus padres podrían disfrutar de aquellos viajes sin preocupaciones.

Y bueno, conocían y amaban a Taeyong, al igual que estaban de acuerdo con que su hijo llevara a su novio a casa. Tal vez eran muy liberales, pero confiaban en su hijo.