-No se preocupe, Peter es más pequeño que yo y jamás le haría caso sin ofender-

-Eso espero, por que cuando a mi hijo le gusta alguien la consigue como sea-

-No tenga cuidado, sólo me enfocare en mi trabajo-

-Vale,¿Estudias?-

-Me faltaron unos cuantos años de estudio por problemas económicos y familiares-

-Necesitas terminarlos, es importante e indispensable para cualquier trabajo que pidas necesitarás tus estudios.Si es por el dinero yo te voy a ayudar-

-¿Habla enserio?-

-Por supuesto que si-

-Gracias- lo abrace como si fuera una niña indefensa a la cual su padre le compra o complace algún capricho. Lo cual me dio pena

-Tengo unos cuantos pendientes que resolver, ¿te parece si discutimos lo de tus estudios más tarde?-

-Vale- sonreí -Que pase buena tarde- salí de ahí.

Se que quizá sería un "Empleo bajo" pero por lo menos el señor Williams me ayudaría con lo de "Terminar mis estudios". Si me lo cuestiono un rato, Sean fue parte de que no terminara mis estudios y por decirlo así, desaprovechar un poco de mi vida, pero este era un nuevo comienzo.

Aunque no quisiera aceptarlo. Quería saber de Sean, quería correr a sus brazos, decirle que lo extraño y besarlo hasta quedarme sin aliento. Pero lamentablemente ni por que alguien me pagara haría eso. Me conocía y soy demasiado orgullosa como para hacer eso, si lo volviera a ver, hablaría con el lo más fría posible y cortante, de inmediato me iría.

Camine recorriendo algunas calles hasta hallar un hotel para quedarme en lo que conseguía donde quedarme. Pague la primera noche y me subí a la habitación, después recibí una llamada a mi móvil, era el Sr. Williams, me explico lo de los estudios y el empleo y como lo manejaría, dijo que no me descontaría de mi sueldo. Por las mañanas iría al colegio que al parecer era el mismo de su hijo, claro que yo soy mayor e iríamos en distintos lugares. Después de una larga charla, me puse auriculares, un pants y una sudadera aguada, ya era de noche pero no era tan tarde, me sentía con mucha depresión, así que salí a correr.

Después de mi recorrido. Dirigiéndome al hotel, un chico paso justo a lado de mi, ¿Sean? ¡Era idéntico a el!.

Corrí hasta alcanzarlo.

-¡Sean!- grité a todo pulmón -¡Espera!-

El chico se giró y postró su mirada en mi.

-Creo que me confundes con alguien más. Me llamo Brandon- estiro la mano, esbozando una sonrisa.

-Lo siento- dije decepcionada y comencé a correr lo más rápido que pude, las lágrimas caían sobre mis mejillas.

No podía dejar de pensar ni un minuto en el, tanto que ya hasta comenzaba a confundirlo con las personas, esto era fatal, parecía que su nombre estaba tatuado en mi piel y en mi corazón.

No sabía donde estaba, me recargue en la pared de un restaurante que se encontraba cerrado y comencé a llorar como loca.

-¿Te encuentras bien?- Un niño como de unos 12 años se sentó junto a mi

-¿Tu qué crees?- dije cínicamente

-¿Puedo ver tu móvil? Nunca eh tenido uno- Su mirada me conmovió y accedí a dárselo forjando una sonrisa.

Se lo entregue, el comenzó a mirarlo, apoye mi rostro sobre mis rodillas y suspire, cuando voltee hacia El Niño, ya no estaba.

-¡Mierda!- dije en mi mente mal diciéndome por ser tan estúpida y creer en la gente cuando no debería de hacerlo.

Intentalo una vez más.Where stories live. Discover now