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-¿Qué lugar te gustaría visitar? — Preguntó Stiles mientras veía su móvil.

Tu habitación. Quiso decir Derek, no se atrevió.

¿Era muy pronto? ¿Estaba muy ansioso? Solo quería sentirlo completamente suyo. Porque aunque sabía que Stiles ya no sentía nada por la pelirroja, el hecho de tenerla en la ciudad, de vuelta en la vida del castaño, le revolvía el estómago.

Necesitaba mostrarle a todos que Stiles era su chico.

-¿Hey, estás bien? Si quieres podemos dejarlo para otro día. — Se acercó sujetando suavemente el brazo del moreno en señal de consuelo. Pero Derek en este momento no necesitaba eso precisamente.

-De ninguna manera. No vine hasta aquí para volver al hotel en seguida ¿Qué lugar recomendarías para visitar? — Se tranquilizó. No quería preocuparlo, mucho menos por algo tan absurdo.

-Mmm...es difícil pensar en un lugar. — Stiles estaba pensando en qué lugar sería del agrado de Derek. 

Tranquilo y silencioso. Eso estaba en su mente. Stiles sabía que Derek odiaba los tumultos de gente y el ruido en general. Todo eso era incómodo, lástima que Stiles casi siempre que salía era a esos lugares.

-¿Podemos simplemente comer cerca de aquí? Suelo comer en la cafetería, pero también hay lugares por los alrededores. — Declaró por fin. Se moría de hambre, en ese momento no podía pensar en nada más que en comida.

-Está bien. — Asintió Derek siguiendo al chico hasta la salida del edificio.

Al cruzar la calle para llegar a la acera de en frente, Stiles tomó su mano y se sintió tan natural que Derek se preguntó por qué no lo había hecho él mismo antes.

No era nada del otro mundo. Un simple restaurante, pequeño y aburrido, con decoración opaca, música antigua y mucha gente. La comida era insípida, minúscula y costosa, como en cualquier gran ciudad. Pero eso no le podía importar menos, porque estaba allí comiendo con Stiles. No charlaron ni se pusieron al día, sobre todo porque ambos tenían bastante apetito como para molestarse en abrir la boca si no era para comer, sin embargo, solo la presencia del otro fue suficiente para que algo que debía ser desagradable o aburrido, se convirtiera en un buen recuerdo.

-Uff, comí tan rápido que creo que me dolerá el estómago. — Se quejó el menor con una mano en su abdomen.

-Es mejor que descanses. Te llevaré a tu habitación. — Derek posó una mano en su espalda baja para apoyarlo y drenar su dolor en caso de que lo necesitara. 

En cuanto escuchó esto, Stiles que estaba inclinado hacia adelante, se enderezó. 

-¿De qué hablas? No voy a despedirme de ti cuando son solo las... — Procedió a sacar su móvil comprobando la hora. — cuatro y treinta y cinco de la tarde. 

-¿Estás seguro? Si te sientes mal... — Antes de proseguir Stiles lo detuvo.

-Claro que estoy bien. Es solo un dolor pasajero. Pasará en seguida. — Aseguró.

-Está bien, pero promete que si no estás bien me lo dirás. — Le advirtió antes de que Stiles hablara. — Sabré si me mientes. 

-Lo sé — Rodó sus ojos. — Vamos a recorrer la ciudad un poco.

Tomados de la mano nuevamente recorrieron un poco las calles viendo cómo el sol comenzaba a descender. Cuando llegaron lo suficientemente lejos y ya habían pasado unas cuantas horas, Derek preguntó.

-¿A dónde más te gustaría ir? — Se habían detenido gracias a Stiles quien por la pregunta parecía algo nervioso. Tal vez no quería estar más con él, pensó Derek. Es por eso que lo tomó por sorpresa lo que dijo.

STEREK 2Where stories live. Discover now