7. montevideo

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La producción les da un descanso de dos semanas poco después de su celo.

Ni siquiera lo piensa, se sube en el primer avión a Montevideo y viaja a su hogar, dónde sabe que está su familia, sus hermanos y sus padres y dónde tiene la pequeña esperanza de encontrar a Sofía.

Sabe que ella entenderá, que lo hará, ella vendrá a buscarlo, le pedirá perdón y todo estara bien, Matías será solo un recuerdo y no el alfa que su omega desea.

Espera durante horas sentado en una silla del aeropuerto, y ve a lo lejos uno de los alfas de la manada de Matías no muy apartado de él, con dos omegas junto a él.

Matías es posesivo y controlador con él, y aunque sabe que deben haber otros omegas que también son suyos, el es el principal, el que cargará sus hijos y su marca, el que tiene que ser protegido por su manada.

No tiene sentido que Matías lo quiera a su lado pero que tenga otros con quién desquitarse, sabe de Malena, una mujer beta en argentina que lo espera, y de otro hombre en Tierra de Fuego con quién se acuesta cada pocos meses.

Todos son de Matías, y lo único que tiene Enzo es a su alfa.

A veces le gusta pensar que Matías romperá con todos y se quedará con él, porque es el principal, porque manda escoltas de su manada a dónde sea que vaya, porque al final, es con él con quién duerme cada noche.

Las horas pasan y ve al alfa, un hombre alto y delgado moverse por todos lados, lleva un café en sus manos y uno de los omegas duerme en su regazo, y se da cuenta que son sus cachorros.

Pipe y Juani.

Su corazón se encoge, pensando en que no los volverá a ver en un tiempo, Sofía debería entender eso, que son sus cachorros, pero que la quiera a ella.

Y a Matías.

No, el no quiere estar con Matías, no podría, pero sigue ahí, junto a él, todos los días, comiendo de su mano y caminado detrás de él, como si fuera un perro.

¿En eso lo había convertido Matías?

Se cubre la cara con sus manos, sus pensamientos gritando dentro de su cabeza, Matías es su alfa en toda regla, suyo, es su omega, y no se imagina un mundo en donde no estén juntos.

Se levanta en silencio, con su bolso colgando de su hombro, Sofía había sido buena todo el tiempo, pero tal vez el no merecía ser amado así, tal vez estaba destinado a estar con Matías.

Así estaba escrito tal vez.

Se sienta a lado de Blas, que inmediatamente pone una mano en su muslo, los límites entre los dos están bien dibujados, Matías lo mataría si lo tocara pero eso no le impide intentarlo.

Acaricia los rizos de Juani en el regazo de Blas, tarareando en voz baja, nadie les presta mucha atención, todos en su propia burbuja, Enzo desearía estar en una también.

"¿Está aquí?" Pregunta y Blas levanta la vista del café que estaba tomando, negro, Pipe no está por ningún lado pero sabe que no debería ir muy lejos de su alfa.

"Te está esperando afuera hace dos horas" Enzo se ríe, una risa burbujeante que taladra su pecho, Matías es obsesivo, controlador y manipulador, obviamente lo estaría esperando.

Y encuentra un consuelo enfermizo en que lo esté haciendo.

No le dice nada a Blas, porque no merece sus palabras, se inclina y le da un beso en la sien a Juani, que ronronea cuando sus labios tocan su suave piel "Duerme bien mi niño"

Se levanta y camina hacia la salida, buscando entre el mar de autos a Matías, que está cerca de un pilar fumando un cigarro.

Tiene muchas cosas que decir, pero decide no decir nada, pasando el brazo de Matías por sus hombros y dejándose abrazar.

"¿Viajaste bien?" Matías lo olfatea, suavemente, dirigiendolo al auto que alquilo, Enzo asiente suavemente.

"¿Sabías a qué venía cierto?" Le pregunta, en voz baja, acercando a Matías más cerca de su propio cuerpo, aceptándolo

"Sos un libro abierto, claro que sabía" Matías le contesta como si fuera una obviedad, cínico "No regresarias a ella, no lo harías"

Enzo se muerde la lengua, porque sabe que es verdad, Matías ha reducido su mundo, a él y a la nieve, a la infinidad de la montaña y a su toque.

"No regreses con los otros tampoco" Admite, en voz baja, el olor de Matías se agria, dejando claro su disgusto "Si sabes que no volveré con ella, deja que yo sepa que tú tampoco"

"No sos nadie para decirme eso Enzo" Matías se separa de él y empieza a caminar, Enzo lo sigue, un par de pasos atrás, persiguiendolo.

"¡Soy tu Omega, soy tuyo!" Le grita, y un par de personas se giran a verlos a ambos, Matías se enoja de inmediato y lo agarra por la muñeca, metiéndolo dentro del auto. "¡Eso soy!"

"¡Cállate Enzo o te rompo la boca!" Matías cierra las puertas del auto, un sedán rojo totalmente limpio, los vidrios están polarizados y piensa que lo hizo para que nadie los vea.

"¡Hacelo cagón, pégame otra vez, dale!"

Matías no vacila ni un segundo, golpeandolo con la mano abierta, su labios se abre y su boca se llena de sangre.

"Te di lo que querías, cállate"

Enzo lo hace.

***

feliz día a enzo, el primer hombre en servir coño y motherear al mismo tiempo

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(Q dolor no ser tu alfa🫦)

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