Después de años viviendo en una mentira Leah Granger finalmente sabe la verdad, el mundo mágico ahora sabría el horror que traería un simple error del destino.
Desde el principio el destino decidió que esos dos reinos jamás debían unirse, pero nunca...
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❝Una incómoda navidad❞
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Harry carraspeó un poco para llamar la atención de toda la mesa, esa mañana a primera hora todos estaban en la sala del árbol de navidad para abrir los regalos, si bien el Potter sabía que solo era un invitado, quería tomar esa oportunidad para hablar con su ahijada, quien resultó acabar sentada a su lado en la mesa.
–¿Cómo estás hoy mi querida ahijada?–Preguntó el azabache consciente de que todos los escuchaban.
–Ex-ahijada majestad–Corrigió de mala gana la rubia sin verlo.
–Leah...–Murmuró un poco dolido el ojiverde–Estuve ahí el día en que naciste, yo te presenté ante la corte y...–
–Y me ocultaste de mi padre, me mentiste toda mi vida y ¡Ah si! Dejaste que me traten como basura–Acusó la Malfoy sin verlo.
Pocos alcanzaron a ver una pequeña sonrisa de orgullo en el rostro del viejo rey Lucius, los demás solo veían hacia sus platos queriendo fingir que no escucharon lo dicho por la chica, pero todos estaban demasiado silenciosos.
–Padre–Llamó Leah retomando el tema de conversación–Sobre mi proyecto de regalos para los niños del orfanato–
–Concedido el presupuesto–Respondió el rey con una gran sonrisa.
–No es el presupuesto lo que necesito–Todos la voltearon a ver–Yo misma tomé mis ahorros anuales como pago por los regalos–
–¡¿Qué cosa?!–Soltó Elara como si le dieran que tiene cabello azul.
–Solo necesito la aprobación del consejo real para usar el palacio en las afueras como orfanato provisional mientras arreglan el del pueblo–Explicó la princesa con gran determinación.
Draco suspiró sin saber muy bien qué decir, su hija le había hablado del proyecto "milagro navideño" para los niños huérfanos del pueblo hace meses, pero ahora sabía que ya era una realidad tanto la parte de los regalos como las reparaciones que la princesa misma prometió pagar de sus ahorros.
–Esto...–El Rey vio a su esposa quien de inmediato asintió–Yo me encargo–Aceptó finalmente.
–¡Perfecto!–Chilló emocionada la ojigris–Gracias–
–Con gusto cielo–Concedió Eirene, quien estaba a su lado–Vamos por los regalos, sería una buena forma de hacer lazos de amistad–
Lo último claramente lo dijo como burla hacia Theo Nott, quien llevaba toda la mañana mirando a los invitados como un oso rabioso y ayer durante el baile casualmente dejó salir un "¿Y estos cuándo se van?", cuando le preguntaron dijo que lo diría 10 veces más.
