El par no había hablado desde ese día antes del partido.
En esos días Enzo se la pasó con Nicolás hablando de lo que sucedió el otro día, y el diecinueve de la selección, al no tener una buena relación con la Paredes, le dio varias opciones de como vengarse de ella. Entre esas, pagarle con la misma moneda.
Enzo tenía un ego y una moral vengativa mucho mayor que la de Luciana. Pero él no podía hacer eso. No podía pagarle así a ella.

Luciana fue la que estuvo para él en su tiempo, antes de todo lo que pasó. Pero en serio la pasaba bien con ella y quería que ese tiempo nunca terminara, aunque en algún momento eso llegaría.
Hasta que Lu se enteró que Enzo se curtió a su mejor amiga. Hasta que Paulo cagó su relación con la menor. Ese día Enzo no paró de preguntarse “Por qué?”, porque lo había hecho si él no amaba en lo absoluto a Valentina como lo hacía con Luciana. Todo se quebró aún más en él cuando se enteró que estaba con Paulo. Sentía que la había perdido para siempre, y en ese momento era así. La menor no lo quería ver ni en figurita, y menos a su “Amiga”.
Todo empeoró más —si es que era posible— cuando Luciana se enteró del embarazo de Valentina. Ahí sí que fue la gota que rebalsó el vaso. Ella se mantenía al margen, sin mostrar ni una lágrima en las redes, para que la gente viera que no le interesaba en absoluto. Pero realmente estaba rota por dentro, y es una grieta que aún no logra sanar, grieta que Paulo logró contener. Él sabía bien que si dejaba sola a Luciana se podría desatar un problema enorme para todos, por eso NUNCA la soltó hasta que ella mínimamente sanará. Y una de las razones por las cuales él se separó de ella, fue por y para el bien de la menor. Paulo quería que ella crezca aprendiendo de sus errores y de las situaciones de la vida, quería que sepa que no siempre iba a estar a su lado físicamente para apoyarla y llorar con ella. Pero este motivo fue mal pensado por Luciana. Ella creyó que la dejó sola porque se había aburrido, porque había conseguido a alguien más, y, aunque en esta parte ella tenía razón, para Paulo su pequeña siempre iba a ser ella, con quién aprendió mucho más que con cualquier otra chica. Mucho más que con Oriana o Antonella.
Esto la menor nunca quiso entenderlo, ella podría haber perdonado tranquilamente a Paulo, pero decidió hacer caso a su mente, que le decía que Paulo nunca cambiaría, y que no valía la pena que gastará más de su tiempo con él.

Paulo estuvo destruido por meses, y aunque intentaba ocultarlo, su novia se daba cuenta, ella decidió entenderlo y dejarle su espacio para que pueda pensar bien las cosas, luego verían como sobrellevarían su relación.
En este tiempo las lesiones y los malos hábitos se hicieron presentes en la vida de Paulo, tirándolo mucho más abajo si es que eso se podía. Estaba hundido en sus pensamientos. Estaba puteandose internamente por haber dejado sola a la menor sin saber las consecuencias que esto le traería.
Mientras que él estaba sobrepensando todo por Luciana; ella estaba disfrutando de su vida lujosa en Turín, donde estaba Leandro en ese momento. No le importaba nada ni nadie, era ella sola, y el egocentrismo que generó con eso no era nada bueno. La llevó a alejarse de muchas personas a causa de su desinterés por las cosas que a ellos les pasaba. Luciana simplemente estaba centrada en ella, no le importaba ni el más mínimo aire que respiraran los otros. Hubo momentos en los que se quedó completamente sola por sus actitudes. Eso fue lo que la llevó a si o si tener que cambiar su actitud, porque si seguía así probablemente la terminarían echando.

En Inglaterra todo iba bien con Enzo y Valentina. Aunque el morocho seguía sin tener una pizca de interés o amor por Valentina. Claramente la quería, es la madre de su hija, pero ese cariño no se comparaba en nada con el que tenía hacia Luciana. A Enzo no le molestaba hacérselo saber a su novia. De hecho, le recalcaba muchas veces que si seguían siendo novios era no más por su hija, la cual no había sido planeada por Enzo, pero si por Valentina. Esto no cambiaba en nada para Enzo. Olivia seguiría siendo su princesa mimada pase lo que pase con cualquier persona.
Cuando tuvieron a Olivia no estaban en su mejor momento de la relación. Las peleas eran constantes, casi todas eran provocadas por las salidas, respuestas en instagram, y las muchas horas que Enzo pasaba fuera de su casa. Él intentó explicarle a Valentina que no la engañaba con nadie. Y era verdad, el morocho siempre le fue fiel a Valentina…o no siempre, pero casi.
La morocha de ojos claros quería pruebas, no quería versos. No quería que Enzo le jurará lealtad y fidelidad cuando salía así todos los días. Pero, ¿Quién la culpa? Enzo eligió estar con ella para vengarse de Luciana. Y Valentina estaba sumamente enamorada de él desde antes que Lu, no se iba a negar a nada, ni sabiendo que Enzo había intentado de todo para estar con la menor.
Eso era lo que había detonado su relación hace tan solo unas semanas. Cuando a Enzo repentinamente se le escapó el nombre “Lu” cuando estaban en su intimidad. Esto hizo explotar en llanto a su novia, trató de remediarlo, pero no hubo forma. Valentina lo echó de su propia casa. Enzo podía ver a su hija los fines de semana nada más, aunque ahora tenía partidos con la selección y no podía hacer mucho.

Valentina se quería morir. Enzo estaba en el mismo hotel con la piba que hace mucho tiempo quería para él sólo. Se preguntaba muchas veces por qué lo había elegido a él en vez de a otro. Y ahí es donde se acordaba la envidia que le tenía a su mejor amiga. Tenía a quien quisiese a su pies, pero a Enzo no. Enzo estaba detrás de Luciana constantemente. Eso la llevó a hacer hasta lo imposible para que el morocho le diera bola, y cuando creyó que lo había logrado; se desmoronó todo, dándose cuenta que él seguía enamorado de la menor, y que eso ella no lo podría cambiar nunca.

Enzo y Luciana estaban destinados a estar juntos, pero sus personalidades eran muy parecidas, lo que los llevaba a chocar casi siempre. Menos cuando estaban en la intimidad. En ese momento los dos parecían tener una fusión, se entendían a la perfección, y disfrutaban los dos al máximo, procurando que él otro la pasará igual de bien.

— ¿Seguís enojado conmigo?— preguntó Luciana

— No sé, yo creo que no pero me dolió lo que hiciste. Me duele también que siempre sea yo el que tiene que pedir perdón cuando la que hace las cosas mal sos vos…— la menor se quedó callada, sabía que era verdad.

— Es que Enzo…yo no sé pedir perdón, no me salen las palabras—. el morocho río y se sentó en la cama, teniéndola a centímetros de su cara.

— No hacen falta palabras, vos sabés…— Luciana río al entender su referencia, pero a diferencia de otros días, no tenía ganas de coger, era raro en ella, y más si el que se lo proponía era Enzo.

— Que pajero que sos nene— ella le pegó en el hombro, alejándolo un poco más—, no tengo ganas de nada hoy, si no ya te estaría cogiendo yo misma—. Enzo levantó sus cejas, sorprendiéndose de cómo podía ser Sofía a veces.

— Vos andas re pajera ahora— soltó Enzo—. No pasa nada igual, me gusta quedarme así con vos— el morocho se acostó en las piernas de la menor—, ¿Me acaricias el pelo?

— Siempre me pedís lo mismo vos— la menor rió y empezó a jugar de una manera tranquila con el pelo de Enzo que recientemente había sido cortado. A ella también le relajaba acariciarle el pelo y ver cómo sus expresiones poco a poco se iban relajando más y más—. No te duermas eh.

— No te prometo nada—. La pelinegra sonrió y siguió acariciando el pelo del jugador y a la vez viendo la televisión.

Si bien esto a los dos les gustaba, sabían que era muy difícil que pudieran quedarse así toda la vida. Ambos querían, pero ninguno sabía cómo confrontar todo. Si ya sin ser nada, los celos de Enzo eran demasiados, y los errores de Sofía con Paulo también eran en cantidad, que les esperaría en una relación formal y confirmada…






































 Si ya sin ser nada, los celos de Enzo eran demasiados, y los errores de Sofía con Paulo también eran en cantidad, que les esperaría en una relación formal y confirmada…

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—— Hola reinas, ¿Cómo andan? Yo estoy bien tranqui, ESPERANDO A EL CONTEXTO DE POR QUÉ ENZO BORRO LAS DESTACADAS CON VALENTINA.

Después de eso todo tranqui, quiero leer sus especulaciones de lo que podría llegar a pasar más adelante 🙏🏻.

Les metí un mini infarto al principio del capítulo, ya sé. Yo pensé seriamente en si escribir ahí como fue la primera vez de Sofía, pero no estaba segura de si ustedes querían.

Nada más eso, las amo y voten, 30 votos y largo el otro 💋

( dos actualizaciones seguidas, pidan un deseo ).

chaucha

DILES 1           | Enzo FernándezDonde viven las historias. Descúbrelo ahora