Richard And The Dead's

#1 llave

Recuerdo que hace mucho mi abuelo me dijo que tenía un gran regalo para mi, pero debía esperar a mi octavo cumpleaños, realmente estaba emocionado por saber que sería. cuando llegó la fecha de mi cumpleaños, mirando la mesa de los regalos esperando encontrar el de mi abuelo él se me acercó, entonces me dio una pequeña cajita la cual al abrirla.

''Es!... ¿Una llave?.. ¿para que?..''- pregunto algo desconcertado.

no un juguete, ni una bici. Pensé que tal vez sería la llave de un cofre o algo, se inclinó con su bastón. entonces puso su mano en mi hombro para luego mirarme a los ojos y con una sonrisa decirme.

"Es de mi familia, algún día no estaré y quiero que cuides de ellos... son raros pero siguen siendo familia, ¿cuidarás de ellos por mi?.."-

Sin dudar le dijo que si, más bien se lo prometí, Realmente me gustó ese regalo. Pensar que él me cedió eso a mi y a nadie más me hacía sentir que confiaba plenamente en mí... lastima que fue la última vez que pude hablar con él.

Me dejó Una llave,la llave de su mansión, la misma dónde crecieron los primeros del linaje ruby, Aquella que asegura a cualquiera que viva en ella tener el poder sobre la bóveda familiar, pero no es fácil tener ese poder, por que... la mansión está maldita.

" Realmente tengo muchas preguntas para mí abuelo pero ya no está..."- se preguntó a sí mismo mientras observaba aquella llave.

Richard, el nuevo poseedor de la mansión Ruby dio un suspiro pesado y levantándose de la cama salió de su habitación para ir por algo de comer.

Estaba a punto de bajar por las escaleras hasta que vio a cierta persona cerca de las escaleras, más bien vio el cuerpo sin cabeza de cierta persona y ese era Frank un no muerto. Entonces encontró la cabeza de este pero la pateó del susto haciendo que esté ciega por las escaleras para luego bajar mientras el cuerpo del otro también se tiró para tratar de agarrar su cabeza.

Un esqueleto con una figura espectral los esperaba abajo pero era por qué miraba como el cuerpo de Frank buscaba su cabeza por el suelo, era Eduar. Le daba rabia ver tal incompetencia por parte del otro así que agarró la cabeza del Zombie y la puso en su cuerpo de Nuevo.

" ¡¿Ni siquiera puedes mantener tu cabeza en tu cuerpo?!... debería pegarla con pegamento."- reclamo refunfuñando mientras ayudaba al otro.

" Tranquilo ni que me fuera a morir de nuevo!. "- contestó de manera burlesca con una sonrisa boba mirando la expresión de enojo del otro.

Dejando eso de lado Richard bajó por las escaleras yendo directamente a la cocina donde revisando encontró lo suficientemente para un pan con queso.
Por su mente pasó como un flash la idea de hacer tostadas con queso así que busco entre las cosas viejas de la cocina un tostador o algo que tenga la misma función, encontro uno pero se veía algo viejo eh usado. Al momento de poner el pan y encenderlo no hubo problema pero el desastre se desató cuando quiso sacar las tostadas, se había trabado y su pan se estaba quemando.

" DAME MIS TOSTADAS, QUIERO MIS MALDITAS TOSTADAS!! "- exclamó mientras trataba de sacar sus tostadas que se ponian más oscuras que la noche.

El esqueleto se acercó para ayudarlo pero su toque frío solo provocó que el mortal diera tal sobresalto que tiró el tostador por la ventana, ahora ya había dos problemas, el pan quemado y la ventana rota.

Por su parte Frank al ser testigo de tal escena no dejó de reír, mientras Eduar se jactaba de que solo trató de ayudar y no era su culpa. Hasta que desde la puerta del patio una niña con lo que parecía un velo cubriendo su cuerpo trajo a rastras el tostador y lo que parecía unos trozos de pan.

Esa era Marilyn, un espectro de una niña. no era de hablar pero siempre que lo hacía sonaba tan despacio.

El mortal solo tomó aire y suspiro. luego agradeció el gesto ,ya calmado busco una bolsa para meter el tostador o lo que antiguamente fue juntó a los pedazos de vidrio para ponerlos en una caja y los tiró a la basura. Al volver solo se preparó un café con galletas saladas, tendría que comprar más comida .

Al llevar todo a la mesa fue seguido por los muertos quienes lo acompañaban en la mesa del comedor, Eduar hablando de más solo por qué era incapaz de decir un simple "perdón", Frank burlándose de la situación y haciendo enojar al mayor, Marilyn jugando con los cubiertos.

" Ahora entiendo por qué mi abuelo siempre tenía historias tan extrañas para contar..."- dijo en voz baja mientras tomaba un sorbo de su café.

La mansión maldita, custodiaba por tres espectros de lo que alguna vez fueron personas normales. Aquella gran casa codiciada y al mismo tiempo temida por todos en su familia.

Al principio no creía en las leyendas que se contaban ya que su abuelo se veía tan alegre y feliz viviendo en ese lugar, hasta que vivió en carne propia tener encuentros con seres no muertos. No tiene muchos recuerdos de su primera visita a la mansión ya que se desmayó del susto más de una vez.

El nunca fue muy creyente pero desde que ha vivido en esa mansión empezó a dudar sobre de que aquellas historias sobre demonios, brujas y hasta seres mitológicos que contaba su abuelo sean una fantasía.

Aquel hombre en vida fue bastante extraño y hasta se decía que padecía de demencia, otros solo mencionan que eso era por dolor ya que no supero el fallecimiento de su esposa. pero todos los rumores recaen en la mansión, entonces la mansión podría ayudar a resolver un par de ellos.

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Buenas!, les traigo esta historia que al principio estaba planeada como idea para cómic pero por tener varios ya en Hiatus sin continuar decidí hacerla escrita. Espero le guste y cualquier corrección ortografía es bien recibida.

Atte: Ice