En las frías calles de la ciudad de Santo Domingo, donde los edificios se alzan como gigantes grises y el viento corta como una navaja, vive Diego, un niño sin hogar. Sus días transcurren entre los callejones oscuros y los parques abandonados, buscando refugio y algo de comida para sobrevivir.
Diego, con apenas diez años, ha aprendido a ser ingenioso y valiente. Construye refugios improvisados con cajas de cartón y mantas viejas, esquivando la mirada de los transeúntes que lo ven como si fuera invisible.
Una noche, mientras rebusca en un contenedor de basura en busca de algo para comer, escucha un suave maullido. Entre los desechos, encuentra a un gato flaco y tembloroso. Sin dudarlo, decide adoptarlo y lo llama "Pelusa".
Con Pelusa a su lado, Diego se siente menos solo. Comparten la escasa comida que encuentran y se cuidan mutuamente en las noches frías. A pesar de sus circunstancias, Diego nunca pierde la esperanza de encontrar un hogar donde pueda sentirse seguro y amado.
Un día, mientras descansa en un banco del parque con Pelusa acurrucado en su regazo, una mujer se acerca. Ella lleva una bolsa llena de comida y ropa abrigada. Con una sonrisa cálida, le ofrece ayuda a Diego.
Al principio, Diego se muestra reacio, desconfiado de los extraños. Pero la bondad de la mujer lo conmueve, y finalmente acepta su ayuda. Ella lo lleva a un refugio para niños sin hogar, donde por fin encuentra un lugar seguro y acogedor.
Con el tiempo, Diego comienza a reconstruir su vida, con la ayuda de personas que se preocupan por él. Aunque su camino ha sido difícil, encuentra esperanza en la bondad de los demás y en el amor incondicional de su fiel amigo Pelusa.
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Este cuento destaca la resiliencia de un niño frente a la adversidad y la importancia del apoyo de la comunidad en tiempos difíciles.
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La esperanza en las calles
AlteleExplora cómo un niño sin hogar navega por la vida en la calle y cómo la comunidad responde a su situación.
