Capítulo 76 "Canto y tengo miedo"

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Narra Silvia...

Luciana había sufrido una amenaza de aborto, sé que la causa fue el estrés que le provocó el enfrentamiento entre König y Simon, no puedo dejar que él afecte mi vida de esta manera.

Al día siguiente en la noche, me encontraba en mi habitación, procesando lo que había pasado, casi se matan el uno al otro en el pasillo.

La temporada de lluvia había llegado y parecía no querer irse, y no tenía problemas con eso, pero el frío y los días grises fomentaban que mi ánimo decayera.

Hay veces en las que Luciana me habla como si fuese una niña pequeña, siempre intenta que me sienta bien, desde que sabe mi diagnóstico ella es más condescendiente conmigo, aunque a veces se le vuelan los tapones.

Decidí hacerle caso, antes de irme de la casa de Simon había intentado encontrar la forma de expresarle mi confusión y mi decisión de irme, pero ahora era diferente, debía manifestar de alguna forma esto que siento.

No tenía dudas de mis sentimientos por él, me había enamorado completamente de él, era un sentimiento que crecía en mi pecho y que debía arrancar como una flor marchita.

Su voz, sus ojos, sus pequeñas muestras de afecto que tenía conmigo de vez en cuando, su silencio, quería poder salvarlo de esa soledad y de ese dolor amargo que lleva por dentro, pero por el contrario lo que conseguí fue absorber todo el dolor que el traía encapsulado en su interior.

No puedo salvarlo si no quiere, es tonto este complejo de salvadora, pienso que puedo hacer que sea mejor persona, que disfrute de la vida conmigo, que viva conmigo, pero no tiene caso.

Es tan humillante amar a alguien, que me siento avergonzada, duele extrañarlo tanto y saber que el no siente lo mismo, es devastador.

Claro que no siente lo mismo, fuimos claros desde el principio, sin sentimientos de por medio, asi serian las cosas, él no debe tener cabeza para nada más que no tenga que ver con sus tormentos, los problemas que no habla con nadie y su trabajo, yo solo fui una distracción.

Debía sacarme esto del pecho como diera lugar, solo para sentirme liberada, para cerrar una etapa y poder continuar.

Tenía algo preparado, quería decírselo de frente, pensé en enviarle una carta y pedirle que la quemara, pero eso sería exponerme demasiado, así que encontré la solución perfecta a mi parecer.

Me acosté en la cama junto a la ventana, de vez en cuando me gustaba ver como las gotas de lluvia golpeaban el cristal, me relajaba, el sonido me distraía de mis pensamientos, quise entretenerme viendo las fotos de la boda de Luciana, en todas yo estaba sonriendo con una copa en la mano o bailando con alguien, bailar era una forma de drenar energía para mí, desde que lo descubrí en terapia me ayudó muchísimo a controlarme.

Simon aparecía en todas las fotos en el fondo, casi escondido, no era fotogénico para nada, recuerdo de esa noche lo bien que bailaba Gaz, lo bien que sabía el licor y las carcajadas de Price mientras charlaba con Laswell.

Escuché un golpe en la ventana y sobresalté del susto, ¿qué había sonado así?, tal vez una paloma se había golpeado contra el cristal.

Me levanté de la cama y fui hasta la ventana, la abrí, y cuando dirigí mi mirada hacia abajo encontré a Simon agachado sujetándose del borde de la cornisa sobre la escalera de incendios.

- ¿Qué haces aquí? - interrogué.

- Déjame entrar.

- Te pedí que te fueras, ¿qué haces aquí?

Era momento de ejercitar mi fuerza de voluntad, el hombre que amaba se encontraba de rodillas ante mi, bajo una lluvia torrencial pidiéndome entrar, pero las decisiones correctas también duelen a veces.

Mein Schatz KönigWhere stories live. Discover now