Burrow

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En alguna madriguera de algún bosque lejano un zorro descansaba o mejor dicho, se lamentaba

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En alguna madriguera de algún bosque lejano un zorro descansaba o mejor dicho, se lamentaba. Sumido en un mar negro aún cuando sentía su pelaje seco, tantas ideas en su cabeza que la perforaban como si fueran las balas de acero usadas para la caza, aquellos hombres de gran estatura vestidos en coma traste con la naturaleza de su hogar, esos mismos que no tenían piedad al disparar, aveces pensaba que todo podría solucionarse si se acercaba a una de ellos pero al pensarlo mejor llegaba siempre a la misma conclusión, te arrepentirás.

hojas a su alrededor, más de las que podría contar, era como si allí dentro en ese pequeño suelo que había creado con sus propias garras, el que tanto tiempo y esfuerzo le había tomado creciera un bosque, se sentía invadido, no intento volver a restaurar el lugar, no se sentía capaz de hacer tal cosa, no esta vez y es que era humillante ver como otros se mantenían en pie, como eran capaces de mantener su madriguera limpia aún después de las tormentas, en su lugar sentía que se ahogaba esperando el momento en el que las ramas lo enterraran, el bosque se olvidara que estaba vivo al igual que los demás y lo cubriera de césped o lo reemplazará con insectos. No se levantaría si así fuera, prefería eso antes que ceder a lo que su cuerpo pedía.

Llevaba tanto tiempo sin probar aquel líquido carmesí, tan dulce pero insípido al mismo tiempo, metálico tal vez sería la palabra adecuada pero no podría descifrarlo, enterrar ambos colmillos en la carne para desgarrarla le daba el subidón de adrenalina que necesitaba, su pecho se inflaba con su ego en alto mientras su cabeza repetía una y otra vez que tenía razón, que no había otra opción, así debía ser hasta el final, no hay otro camino. Intentaba justificarse cada vez que cedía a la necesidad, cada vez que alguna de esas gallinas lo juzgaban como si sus opiniones no le importaran. tampoco se sentía bien cuando los roedores lo dejaban al mando, por momentos era liberador, estar al mando se sentía tan bien, en sus propias palabras su opinión era importante, era increíble hasta que esa frase se convertía en un tu opinión es la única porque ellos ya no decidían, no tomaban las decisiones que se suponía debían, ahora todo estaba a su cargo y cuando las cosas no funcionaban era por hecho que la culpabilidad estaría detrás de él acercándose con disimulo pero sin ser otra cosa más que eso.

Cuando no estaba a cargo, cuando era alguien más el que tomaba las decisiones se sentía liberado hasta que le arrancaban las alas luego de no tomar en cuenta sus peticiones, luego de ignorarlo como si no fuera relevante, sabía los problemas que se aproximaban, gritaba hasta que su garganta ardía y aún así, aún después de tanto esfuerzo no era más que un nombre en una lista, el que estaba allí por obligación.

Odiaba sentirse así, anhelaba tanto volver al momento donde podía decir con certeza que todo estaba bien, los momentos donde convivia con otros animales sin peleas de por medio, sin murmullos, sin ladridos. extrañaba vivir sin notar la presencia de los silencios incómodos, las miradas tensas y los gruñidos en respuesta a los desacuerdos, mentía, se miente tanto al afirmar que antes todo era mejor cuando en el fondo le dolía estar ahí sentado contra la pared sin escapatoria, sin excusa.
El dolor se convirtió en incomodidad, se había acostumbrado a las espinas clavándose en su interior, aceptó que ese fue el rumbo que tomaron aún cuando no le gustaba, no podía cambiarlo.

Tenía miedo, miedo de saber que de apoco la enredadera de su interior crecía cada vez más encarnándose en su pelaje anaranjado con reflejos rojos, era inevitable parar lo que se aproximaba pero su cerebro se veía obligado a causar terror para mantenerlo alarmado de alguna manera, desesperación irremediable era el nombre que le había dado luego de un tiempo.
Sabía que en algún momento las raíces rodearian sus cuerdas vocales para que nadie que se acercara más de lo previsto lo escuche, una vez que no perdiera gritar más, una vez que ya no puedes siquiera lamentarse, sin aviso previo una espina se clavaría en su corazón dando una única y última respuesta, dejar de latir.

Incontables veces imagino que pasaría con su cuerpo muerto, era obvio, luego de algunos días entraría en proceso de putrefacción explotando de larvas engulléndose dentro de su estómago vacío, al final del día la enredadera tomaría lugar en toda la madriguera borrando cualquier rastro de su existencia, tal vez en la mente de los demás viviría pero cada vez esa insignificante esperanza desaparecía.
Estab bien, verdaderamente nunca sintió que perteneciera en ese lugar, a veces pensaba que sería mejor si huía a otro bosque, tal vez sí se ocultaba entre las ramas de un lugar desconocido todo mejoraría pero sabía que no era así, incluso sería peor, ya no solo se sentiría en soledad si no que verdaderamente tanto metafórica como físicamente lo estaría, no sabía si eso era peor, no quería descubrirlo.

Siempre se consideró diferente, raro, su nombre siempre vivió en los murmullos, en las miradas afiladas, siempre se hacía notar pero parecía que no podía mencionarlo como algo bueno. Al parecer no fue lo suficientemente diferente, no logró ser el tipo de raro que ellos querían, que ellos preferían a su lado, el tipo con el que hablaban sin ocultar nada, sin odio, sin rencor.

En algún punto sus ojos se cerraron, estaba tan cansado, cansado de ser así, de su hocico ensangrentado se escuchó su respiración lenta pero lejana a ser tranquila, debajo de sus garras aún había restos de lo que fue su cena, un ser inocente, uno que había sido tan amable, tanto que se había asustado cuando ya no respiro, tanto que se sintió encadenado ¿por que? alguien como él no debía recibir ese trato,era un monstruo y lo sabía, había decepcionado su alma y a sí mismo en el proceso, egoísmo, esa fue la palabra que le dio a su acto, a su show, uno que terminó sin aplausos al final.

En algún punto sus ojos se cerraron, estaba tan cansado, cansado de ser así, de su hocico ensangrentado se escuchó su respiración lenta pero lejana a ser tranquila, debajo de sus garras aún había restos de lo que fue su cena, un ser inocente, uno ...

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⏰ Last updated: Apr 26 ⏰

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