【 Capitulo 222 】La Roshang definitiva

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Se disparo como un borrón rojo, a penas y pudo darle oportunidad a Octavio para formar una gran barrera para frenarla.

Aquel muchacho le había arrebatado un bocadillo picante, y quería masticar sus huesos como pago.

Bramo en cuanto toda su cabeza y cuello temblaron por la resistencia de semejante energía.

Retrocedió un poco, pero ladeo la cabeza como forma de curiosear y burlarse del estado en shock de aquel imperial.

Octavio estaba boquiabierto, la embestida de aquella aberración agrieto por completo su barrera celestial.

Un hecho imposible...nadie nunca había conseguido tal cosa, así que sus piernas temblaron y retrocedió por instinto.

A Bator se le hizo un nudo en la garganta, pero antes de que pudiera hacer algo más.

El guerrero salvaje sujeto por el cuello a Devoured, la monstruosidad taurina bramo de dolor en cuanto sintió encajarse en su carne aquellos dedos recubiertos con roca.

Morgan hacia lo posible por recubrir el tórax de Shanoóth para que la peligrosa peculiaridad de Devoured no lo consumiera al contacto, así que se concentraba tanto en expandir un recubrimiento rocoso flexible y funcional para mantenerlo sellado y bien provisto para la batalla.

El guerrero líder de los salvajes gruño en cuanto comenzó a ser alzado por esa cosa, pero clavo aún más su fuerza para mantenerse anclado en el suelo.

Solo ahí, observó como dos impacables guerreros cuya armadura semi resquebrajada revelaban sus músculos, se abalanzaron en su ayuda.

Eran los últimos berserkers blindados de la compañía de Bástheon, y no dejarían que los esfuerzos de todos fuesen en vano.

Tantas muertes..tanto dolor.

Y ellos...

No se rendirían tan fácil.

Devoured salió disparado en cuanto su lomo se partió, un trueno se filtro por su carne agrietada y ahora si, soltó el primer chillido de puro dolor cuando Evansz filtro un Injecthor bien cargado.

Las piernas de la bestia infernal temblaron antes de ceder a su peso.

Gruño por lo bajo mientras más y más de estos deliciosos bocadillos seguían llegando.

Incluso un joven de apariencia radiante se atrevió a comenzarle a disparar haces de luz sagrada.

Aquella energía molesta que tanto le escocia y causaba nauseas.

-!!Su jefe está fuera de peligro!!,
saquen lo de aquí, pues dudo que pueda seguir luchando por un buen rato-.
Dijo Saharam mientras cargaba una potente ráfaga de energía sagrada en su palma y formaba una especie de guantelete en su mano.

Sendero primigenio #2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora