Mis mamitas del jardín

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Mientras estaba en un estado crítico [risas] me di cuenta que muchos de mis tonotos le dejaron algo importante a sus hijos.
A continuación, necesito un momentito de paz y que coincidencia que estos temitas me traen paz.
[Disminutivos]

Actualización- seguía en mi crisis y casi explote ALSKGJSKFK.

Bufanda rosa.

-...- Ese pequeño niño observaba el retrato familiar que colgaba en aquel palacio.
Su padre se veía imponente pero no más que su madre.
Su rostro en ese tipo de retratos no se parecía en nada al que veía usualmente en casa.
Pero algo le molestaba de eso.

-¿Leopoldo? Mi vida, ¿Qué haces ahí?-

Esa voz cálida provenía de su madre. Jamás escuchaba sus pasos porque acostumbraba andar descalza, cuando usaba tacones o cualquier zapato si podia ubicarla con facilidad. Apenas había salido de esa junta y ya se había cambiado a sus ropas habituales.

Sintió como lo rodeo con sus brazos y lo elevó.

Amaba que ella lo cargue.

-Estaba viendo los retratos- respondió evitando la mirada de su madre, se aferro a ella para que no se percate pero era imposible mentirle.

-Hay algo que te molesta ¿No?- preguntó con confianza, una pequeña risa salió sin querer y por más que lo intento.. acertó.

-..No me parezco a ninguno de ustedes, no luzco como papá al igual que Teodoro y tampoco me parezco a ti como Jane.- dijo con un tono decaído. Agacho un poco la mirada y aquella expresión triste rompió el corazón de su madre.

-Lepoldo- dijo G mientras que besaba las mejillas de su hijo- Tu eres mi hijo, no importa si no te pareces a mi o tu padre.. te pareces a alguien más, a una persona que significa mi vida entera. Todo esto es únicamente por ella.

Con curiosidad miro a su madre, ella giro y observo su alrededor para fijarse que nadie esté cerca para observar como una de las puertas cambiaba.
A veces hacia eso.

Su madre odiaba reinar, siempre tenía alguna forma de escaparse cuando su presencia no era necesaria.

En el torre más alta de aquel palacio, observando a esas bestias gigantes como si fueran diminutas.. pudo ver una mirada que guardaba mucha nostalgia.

-..El día que nacieron, fue difícil para mi. Fue algo doloroso y largo pero el que más me sorprendió fuiste tu- decia G mientras que acariciaba el cabello de su hijo.
Era tan fino y suave, simplemente era feliz con tan solo peinarlo.

-¿Por qué yo? Mami dimelo, porfavor- preguntó leopoldo.

-Eres como ella.. Saliste muy parecido a mi madre- dijo G sonriendo.

-¿A la abuela? Jamás vi una foto de ella-

-Ni yo tengo una foto de ella, pero recuerdo su rostro perfectamente. Era como tu- dijo abrazando a su hijo- Me haces tan feliz con tan solo existir.. Así que no te sientas mal por cosas como esas, ademas quizás no luces como tu padre pero tu carácter es muy similar a él-

-¿Mi carácter? ¿Cómo el de papá?.. No quiero- los gestos de su hijo se parecían mucho a los de su consejero real.

-...- la risa que salio luego de aquella frase era muy contagiosa, madre e hijo reían en aquel cuarto alejado.

Días después, mientras que observaba su reflejo en el espejo y veía con curiosidad el tono de su cabello, sintió como algo rodeo su cuello.

-Sorpresa- dijo G haciéndole cosquillas a su pequeño Leopoldo.

"Somos"Where stories live. Discover now