Cap 2: Caterina.

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Como todas las mañanas entrenamos con espadas.
Los entrenamientos siempre se llevan a cabo en el lado norte del cuartel de Peril. Es una zona donde puedes encontrar varios campos de diferentes entrenamientos. Hay zonas con carreras de obstáculos. Pistas para correr. Levantamiento de pesas. Pequeños lagos para nadar y entrenar.
Del lado derecho hay una gran estructura, una especie de casa de dos pisos construida con las mismas piedras que la muralla, su función es ser un almacen donde se guardan todo tipo de armas. Custodiadas siempre por guardias.

En este momento estoy sentada en el suelo de tierra esperando que sea mi turno para pelear. Mientras tanto observo el cielo y los altos árboles que se asoman sobre la muralla. Siempre imagino que corro, me elevó en el cielo, vuelo sobre las murallas y logro escapar de aquí.
Eso es lo que más quiero, sentirme libre.
Pero se que nunca pasará, solo queda hacerle frente a la triste realidad.
Suspiro y dejo mirar en dirección a los árboles y de imaginar mi gran escape.
Dirijo mi vista al frente donde se esta llevando a cabo un enfrentamiento con espadas entre dos jóvenes mujeres de unos 15 años. Ambas lucen cansadas pero una de las chicas está sangrando mucho y se encuentra muy malerida, pero como siempre, nadie hace nada y la pelea continúa. Está prohibido intervenir. La pelea se acaba cuando una de las dos termina en el piso o se rinda.
Pero rendirse no es una opción si no quieres terminar con un castigo del entrenador o del gobernador.

Una vez a la semana nos enfrentamos entre nosotras, todas mujeres para ver nuestros avances. Y una vez al mes se hace mixto, hombres contra mujeres.
Luego de unos minutos la chica más herida se desmaya y cae al piso con un gran estruendo. Otras compañeras se acercan al círculo de combate. Un gran circulo de seis metros dibujado sobre la tierra para pelear. Las dos chicas toman la más joven malherida de los brazos y piernas y la sacan fuera del círculo de combate. Su ropa está desgarrada por muchos lugaress, cuando despierte deberá cocerla, no tenemos permitido otro junto de ropa de entrenamiento. Aunque la vestimenta es muy simple pantalones negros. Que con el tiempo se volvieron grises. Y una camisa suelta de color marrón y unas cortas botas livianas. Estoy segura de que esta ropa no siempre fue siempre de este color, está muy desgastada.

-Elina es tu turno- grita en mi dirección el entrenador.
Dejo de prestar atención en dirección a la chica malherida que se llevan y me pongo de pie.
Y hoy me toca enfrentarme a una de las mujeres más fuertes, es mayor que yo tiene treinta años, me lleva nueve años de diferencia, es corpulenta, alta y fuerte. He oído de ella y se que nunca ha perdido una batalla, la llaman la inmortal. No tiene compasión y ataca con gran precisión, o eso es lo que escuche.
Camino hasta el círculo de combate que está rodeado por unas quince mujeres, todas esperando un gran espectáculo. Cuando llegó al límite del círculo el entrenador me está esperando con una gran espada de doble filo en la mano.
-Toma- el entrenador me tiende con ambas manos la espada, la tomo por el mango y la levanto, noto su peso, me cuesta mantenerla firme y el entrenador lo nota. Está ves es más pesada que ayer, pero siempre es asi después de un tiempo entrenando y acostumbradote al peso de la espada de siempre te la cambian por una más pesada.
-Si, es mas pesada que la ultima vez- rie y me pega una palmada en la espalda que me hace dar un paso hacia delante- buena suerte niña, pero creo que hoy se termina tu suerte, Caterina nunca pierde-Me da suerte por el sabe que nunca he pierdo desde hace años. No he perdido una sola pelea. El lo sabe y la mayoría también, soy una de las mejores en este lugar.

Doy unos pasos dentro del círculo y veo caminar a Caterina también hacia dentro del círculo, el otro entrenador le da una espada más grande que la mía.
En la mayoría de los entrenamientos siempre hay dos entrenadores y en algunos casos algunos guardias en caso de que se arme una gran pelea y puedan separarnos.
Caterina me mira y ríe- pequeña escualida te voy a aplastar y no quedara nada de ti- me apunta con la espada y se pone en guardia imitó su postura. Ambos pies firmes y levemente separados, mi torso un poco inclinado hacia un lado pero mirando al frente y espada en alto.
Y como siempre comienzo irritando a mi contrincante y haciendo que se enoje. Es más divertido así.
-Con que te llamas Caterina, que nombre tan tierno para alguien que se hace llamar inmortal- rio y veo como se empieza a enojar- no vas a poder vencerme hoy-
Caterina aprieta el puño con la que sostiene su espada y sus nudillos se ponen blancos, tiene una gran espada curva de un filo y se nota que es más pesada que la mía, está en varios niveles superiores que yo, eso es claro. Tiene más experiencia y más fuerza. Pero yo soy más rápida. También tengo experiencia y fuerza.

El refugio de los asesinos Where stories live. Discover now