STARGAZING| WEAK HERO CLASS 1

𝘚𝘌𝘝𝘌𝘕

-Pregunté... ¿Quién es el bastardo que te hizo eso?- Soo-Ho cuestionó con los dientes apretados, Yeong-Ja se burló y miró a Soo-Ho

-Deja de fingir que te importa no pasó nada, ahora muévete- Yeong-Ja lo empujó con fuerza y se apresuró por la calle vacía

Soo-Ho corrió tras ella y nuevamente la agarró de la muñeca, haciéndola girar Yeong-Ja gruñó y lo miró fijamente, Soo-Ho le devolvió la mirada Incluso antes de que él continuara caminando por la calle con Yeong-Ja todavía en sus manos, ella no apartó su brazo de él y dejó que él la llevara a donde estaba planeando

Los dos adolescentes se detuvieron en un garaje deteriorado, Soo-Ho lo abrió y levantó la puerta lo suficientemente alto como para que pudieran agacharse antes de cerrarla de golpe

En el interior había un gimnasio hecho por ellos mismos, con un ring de boxeo en el medio mientras lo rodeaban otros equipos de ablación Soo-Ho miró a Yeong-Ja por primera vez desde su viaje hasta aquí y, al ver la absoluta confusión en su rostro, sus ojos se deslizaron hasta su cuello y tuvo que respirar para controlar la ira en él hacia quienquiera que hubiera puesto su manos sobre ella

-Un viejo amigo de mi abuela es dueño de este garaje, su hijo solía ser boxeador pero después de su fallecimiento, el hombre ya no lo necesitaba iba a vender el garaje pero vio mi interés en las MMA y dijo que podía quedarmelo utilizo este gimnasio cuando quiero, nadie más que yo lo usa

Explicó Soo-Ho mientras conducía a Yeong-Ja hasta el borde del ring de boxeo y la empujaba para que se sentara en la plataforma elevada Yeong-Ja observó en silencio cómo Soo-Ho se dirigía a uno de los armarios al final de la habitación y regresaba con un botiquín médico en las manos

-Soo-Ho, ¿qué estás haciendo?- Yeong-Ja cuestionó tensamente cuando él le desabrochó con cuidado la bufanda, sus manos se agarraron a las suyas y lo detuvieron antes de que pudiera desabrocharla por completo

Soo-Ho la miró a los ojos, estaban llenos de pánico, confusión e ira

-¿De verdad crees que pretendo que me importa?- Preguntó y Yeong-Ja se sorprendió por una fracción de segundo antes de que su habitual fachada fría volviera con la misma rapidez

-¿Por qué no? Apenas nos conocemos no somos amigos solo dos personas que se han conocido en varias ocasiones y hablan cortésmente de vez en cuando no hay ninguna razón por la que no debería creerlo- Soo-Ho apretó la mandíbula con fuerza y soltó una carcajada porque tenía razón, apenas se conocen

-Tienes razón- Él reflexionó estoicamente y le desabrochó la bufanda, dejando al descubierto su cuello magullado y el pequeño vendaje

Yeong-Ja inhaló bruscamente cuando las yemas de sus dedos rozaron suavemente su piel dañada, su suave toque contrastaba completamente con la expresión oscura de su rostro

-Sin embargo... a pesar de eso... quiero encontrar al hombre que te hizo esto y asegurarme de que nunca te toque de nuevo- Susurró Soo-Ho

Yeong-Ja se congeló, sus ojos se filtraron lentamente hacia los de él mientras él mantenía su mirada en ella

-¿No demostraría eso que realmente me importa?- Preguntó en voz baja, Yeong-Ja sintió una gran cantidad de mariposas revoloteando en su estómago, dejándole la boca seca y su corazón latiendo más rápido

Soo-Ho rompió su mirada y colocó la bolsa de hielo en su garganta de repente, Yeong-Ja siseó y se estremeció ante la sensación de frío, y la mujer miró a Soo-Ho, quien no le prestó atención y se centró solo en sostener la bolsa de hielo en su cuello

Se sentaron en silencio durante unos minutos antes de que Yeong-Ja suspirara profundamente y cerrara los ojos momentáneamente

-Uno de mis alumnos... No se había presentado a varias clases, otro alumno mío que es amigo suyo vino a verme después de clase y me mostró un mensaje de texto preocupante que había recibido... Su hermana y él estaban siendo maltratado por su padre, anoche... Fui a su casa y vi lo que había hecho su padre, no podía simplemente dejarlos, no cuando prácticamente gritaban pidiendo ayuda esto fue lo que salió de eso

Yeong-Ja explicó en voz baja, Soo-Ho se quedó quieto y en silencio mientras miraba a Yeong-Ja se acercó a ella y se paró entre sus piernas

-Los hermanos se encuentran actualmente en el estudio de baile hasta que decidamos qué hacer- Yeong-Ja continuó, terminando una vez más cuando Soo-Ho movió la bolsa de hielo y la colocó en un área diferente del hematoma

-Eso fue a la vez valiente e idiota de tu parte- Reflexionó, Yeong-Ja no pudo contener la risa tranquila que se le escapó y ella asintió suavemente con la cabeza

-No me arrepiento le di al hombre una probada de su propia medicina- Soo-Ho se rió entre dientes y sonrió levemente ante sus palabras por un momento antes de que su sonrisa se desvaneciera y mirara su cuello antes de volver a mirarla a los ojos

Yeong-Ja observó cómo sus ojos brillaban bajo la luz fluorescente y Soo-Ho observó cómo sus propios ojos brillaban bajo la misma luz

-Nunca más te lastimen no puedes lastimarte- Dijo y Yeong-Ja inclinó la cabeza

-¿Quién eres tú para decirme eso?- Soo-Ho desvió la mirada, quitó la bolsa de hielo del cuello de Yeong-Ja y recogió su bufanda antes de envolverla con cuidado

Mientras Soo-Ho casi había terminado de atar su bufanda alrededor de su cuello cuando volvió a mirarla a los ojos

-Soy alguien que se preocupa por ti es por eso que no puedes salir lastimado, ya sea que creas o no- Admitió en voz baja mientras dejaba que sus manos cayeran a sus costados y se alejaba de una Yeong-Ja sin palabras cuyo corazón extrañamente se sentía cálido cuanto más miraba a Soo-Ho

Los dos adolescentes regresaron afuera hacia el estudio de baile, el sol había comenzado a ponerse lentamente causando que el cielo se volviera de un suave tono naranja mientras caminaban, Soo-Ho miró a Yeong-Ja y se metió las manos en los bolsillos

-¿Siempre has querido bailar?- Su repentina pregunta hizo que Yeong-Ja volviera la cabeza hacia él confundida antes de que su pregunta se registrara en su cabeza

-Básicamente, cuando era pequeña quería ser una ídolo, así que comencé a bailar principalmente hago ballet, pero también hago otros géneros de danza- Respondió Yeong-Ja

Soo-Ho tarareó con una pequeña sonrisa en sus labios mientras intenta imaginar a una pequeña Yeong-Ja de 8 años yendo a su primera clase de baile con una sonrisa brillante

-¿Tú también puedes cantar?- Preguntó, Yeong-Ja se rió y se encogió de hombros con una pequeña sonrisa

-Decentemente pero definitivamente es un talento con el que no nací, como lo es el baile- Soo-Ho sonrió un poco ante eso y Yeong-Ja miró a Soo-Ho con una ceja levantada

-¿Por qué esas preguntas repentinas?- Le preguntó Yeong-Ja, Soo-Ho miró a las mujeres a su lado

-No puedo esperar convertirme en tu amigo si no sé nada sobre ti- Reflexionó, empujando suavemente su hombro contra el de ella

Yeong-Ja inclinó la cabeza para ocultar la sonrisa que se dibujó en sus labios y se aclaró la garganta en silencio, pasaron unos momentos de silencio antes de que mirara torpemente a Soo-Ho

-¿T-tienes un color favorito?- Ella preguntó torpemente y Soo-Ho tosió para cubrir la risa que soltó, se dio cuenta de que no estaba acostumbrada a conocer gente que se esforzaría por tratar de conocerla

Al darse cuenta, su corazón le dolió un poco por ella, Soo-Ho sonrió y la miró con una ceja arqueada

-¿Quieres adivinar?- Yeong-Ja frunció los labios pensando profundamente y Soo-Ho trató de no sonreír y lo mucho que estaba pensando en algo tan simple

-¿Rojo?- Soo-Ho sonrió y le guiñó un ojo en respuesta y miró a Yeong-Ja, quien sonrió feliz y respondió correctamente

Era el tipo de sonrisa que Soo-Ho nunca había visto en ella antes, lo suficientemente contagiosa como para que una sonrisa propia cayera en sus labios mientras continuaban haciéndose preguntas el uno al otro y mientras caminaban con el sol poniéndose en el cielo provocando que rayos dorados golpearan su piel, Yeong-Ja miró a Soo-Ho

Quizás tenerlo como amigo no estaría de más. Sin saber que Soo-Ho había mirado en su dirección cuando sus ojos lo abandonaron, y mientras él observaba la dorada luz del sol sobre ella mientras ella continuaba sonriendo tan bellamente quería asegurarse de que ella nunca perdiera esa bonita sonrisa.