Vuelve #28

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Capítulo 28

Vuelve

Susan

Sentí que mi cuerpo tembló al verlo frente a mí, su aspecto había cambiado un poco, se veía algo agotado. Intenté cerrar la puerta, pero su mano se interpuso.

—No Demyan se acabó —empuje con fuerza.

De nada servían mis intentos de mantenerlo afuera, debía empezar en el gimnasio lo mates posible porque estaba superfloja. Entro al salón como si nada, su respiración estaba agitada al igual que la mía. Tome un jarrón que tenía pinta a ser caro, si se lo estallaba en la cabeza seguramente Brandon me mataría.

—Aléjate —le advertí.

—Sé que no lo harás —respondió el muy seguro—. Creo que nos merecemos una charla Susan.

—No te mereces nada, tú me mentiste —me alejé de él hasta sentir la pared detrás de mí.

Jamás te pongas en la esquina, jamás.

—Y lo volvería a hacer si eso evita que te alejes de mí —contesto dando un paso más.

Levanté el jarrón —No, fue cruel y…

—¿Me dejaste de amar por eso? —pregunto algo dolido—. Dejaste el anillo y todo, no me diste una oportunidad de explicarme y olvidaste todo lo que dijimos.

—¡Por qué fue falso! —le grite.

Me tomo del brazo y me quito en jarrón, lo siguiente que sentí fueron sus duros labios sobre los míos. Se me había escapado todo el aire con un solo beso, sentí mis piernas debilitarse, mis manos se apretaron en su pecho, buscando algo de espacio mientras él me presionaba aún más contra si cuerpo y la pared. No tarde mucho en sentir la frialdad de sus manos por mi espalda, pero era como si dejaran un camino de fuego por dónde pasarán. Abrí mis labios como la tonta que era al sentir si lengua rozarme, sus dientes se clavaron en mi piel, saboreo y suspiró contra mi. Cuando se separó unió nuestras frentes para tomar aire, yo me sentía algo mareada.

—Pude haber mentido, pero lo que dije era real y aunque intentará actuar no lo conseguiría, porque mi cuerpo reacciona a ti de una manera nada lógica —beso mi mejilla—. Me sentí tan enfermó cuando no te vi.

—¿Cómo me encontraste? —pregunte sintiendo nuevamente sus labios rozar con los míos.

—Tengo mis métodos —fue si simple respuesta.

Negué con la cabeza —No volveré contigo, puedo valerme por mí misma.

—Lo sé —acuno mis mejillas—. Justo porque lo sé, hice todo esto, porque sabía que no me necesitabas, por favor Susan, vuelve morenita.

Me estaba volviendo loca, no quería volver, pero a la vez si necesitan tenerlo, sentirme indefensa y que él me protegiera, aunque sabía que yo solita podría. Solo quería descansar en los brazos de alguien más, ¿me estaba volviendo loca? Sí, eso creo.

—Dime que aún me amas —pidió—. Aunque te cueste perdonarme necesito escuchar que me amas.

—¿Para qué? —levante mi barbilla para mirarlo a los ojos.

El azul de los suyos estaba brillante, sus ojos se habían llenado de lágrimas y mis labios temblaron cuando vi una rodar por su mejilla. Él no sé oculto por esto, solo me abrazo y beso mi frente.

¿Estaba sufriendo? Había estado llorando, lo supe por sus ojos enrojecidos y la oscuridad al rededor de estos. Sus nudillos también estaban lastimados, los toque.

—¿Peleaste? — pregunté curiosa.

Odio las peleas, esa violencia a absurda que no lleva a nada. Jamás me había metido en una y odiaba que a la primera provocación él se pusiera alerta.

Quítame lo virgen (Finalizado Y Editando)Unde poveștirile trăiesc. Descoperă acum