Mal humor

267 35 14
                                    

Cuando alguien está de mal humor, puede reaccionar de varias maneras.

Ya sea gritando, llorando o hasta golpeando cosas. Puede que normalmente se recurra más a la violencia tanto física como verbal.

Y más si se habla de alguien que tiene problemas de ira.

Natalan,en este caso. Él era tanto consciente de esto, y toda la preparatoria tambien.

Nadie, absolutamente nadie se atrevería a estar cerca suyo, mucho menos si se encuentra enojado.

Aún porque siempre se salía con la suya, no importa cuanto lo acusen con algún maestro o rector, solo recibía un regaño y lo dejaban libre de todo problema.

Claro, por ser hijo del director. El apellido Sproier le daba demasiada ventaja, un claro nepotismo.

Pero nadie se atrevía a decir nada al respecto, por respeto a este.

—¡Por favor, no tengo nada más!— Suplicó el estudiante, al verse acorralado contra el muro más cercano

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

—¡Por favor, no tengo nada más!— Suplicó el estudiante, al verse acorralado contra el muro más cercano. Había vaciado sus bolsillos pero el de lentes oscuros aún no estaba satisfecho.

—Vamos,yo sé que tienes algo más ¿tan pobre eres?—Lo último lo agregó mientras lo soltaba levemente del cuello de la camisa y volvía a estamparlo con la pared con fuerza.

El pobre chico solo rebuscaba más en sus bolsillos, pero no había nada más, realmente nada más.

Pero Natalan seguía insistiendo.

Lucasta estaban detrás suyo, solo revisando su teléfono mientras tomaba un jugo de frutas que había comprado en la cafetería. Después de todo ¿qué podría hacer por el chico ese? Conocía perfectamente a su mejor amigo, y sabía que si se metía en una de sus "rabietas" el que terminaría en un puto hospital sería él.

Viendo como el pelinegro se preparaba para golpear al otro, solo suspiró.

— Natalan, ni te atrevas a dejarlo tan mal, que luego nos regañará el director. Es la cuarta vez en el mes pendejo.

—Tu no me dices que hacer.

El chico solo miró a Lucasta incrédulo y este le devolvió con una mirada que decía "lo intenté" mientras se encogía de hombros.

Estaba a punto, a punto de meterle tremendo puñetazo al rostro capaz de sacarle algún diente.

Y así hubiera sido, de no ser que un llamado hubiera interrumpido la terrible situación.

—¡Natalan!— El chico con  unos broches se acercó corriendo lo más rápido que pudo.

Si bien se veía que hacía deporte, se cansó demasiado rápido, quien sabe.

Mal Humor【Natarinng】Where stories live. Discover now