Quítame lo virgen (Finalizado Y Editando)

Los príncipes también hacen trampas #27

Capitulo 27

Los príncipes también hacen trampas

Susan

Mis amigos se fueron y aún así nosotros no dejábamos de reír, se habían llevado una buena sorpresa, pero se lo tomaron bien, sin embargo, nada más salir por la puerta recibí un mensaje de Brandon. Mañana tendría que verlos en el mismo café de siempre para hechar el chisme, había mucho que explicar.

Ayude a Demyan recoger la mesa y lavar los platos, era una noche fresca y agradable, todo estaba en orden y me sentía algo cansada, pero tranquila y feliz a pesar de todos los problemas que tenía en la cabeza. Una parte de mí me pedía que no pensará en ellos y solo disfrutara, confiaba en que poco a poco todo se resolvería.

Una música suave se escuchó y los brazos de Demyan rodearon mi cintura por la espalda, ahora debía darle atención a mi Ruso romántico..., muy romántico.

—Me ha encantado este día —confese tomando sus manos.

El beso mi cuello —Jamas dejaría pasar tu cumpleaños.

Me gire y lo abrace —Hacia mucho no lo celebraba así.

—¿Así como? —pregunto el.

—Con una cena en familia, regalos y charlas divertidas, por lo general me emborrachaba hasta las tantas —acune sus mejillas—. Fue muy lindo.

El beso mi frente —Quieres algo más.

Negué con la cabeza —Solo ir a la cama.

Así fue, me di una larga ducha a solas, pensé mucho en ese tiempo con respecto a lo que haría para mí vida, pero no quiero pensar en nada triste. Me puse algunas metas y proyectos porque si, yo era de esas que lo mentalizaban e imaginaban todo un millón de veces y si, también me provocaba ansiedad hacer eso. Me envolvió con una toalla y volvi a la habitación.

Demyan estaba en la cama, cubierto de la cintura para abajo con una manta y un libro en sus manos, se veía gracioso con lentes. Camine frente a el hacía el vestidor, pero su voz me detuvo.

—Ven a la cama —pidio mirándome de arriba a bajo.

«Muy zorro el rubio virgen.»

Me quite la toalla y con una sonrisa de..., de puta, me subí a la cama gateando hacía el.

—¿Algo más? —pregunte rozando sus labios con los míos.

Sonrió, dejo el libro a un lado y me abrazo —No, así está perfecto.

Encaje mi mentón en su pecho y lo acaricié su incipiente barba.

—¿Que haremos con la boda? —pregunte.

Tenia curiosidad, ya el anillo estaba puesto en mi dedo, pero no habíamos hablado de planes y no saber que pasará también me ponía ansiosa.

El hizo cosquillas en mi espalda con la punta de sus dedos.

—Mañana comenzaremos con los preparativos, pero sería bueno que me des alguna idea de lo que quieres y yo haré algunas...

Me senté en la cama —Flores, un sitio pequeño y colonial en el campo o cerca del mar y..., te quiero de blanco, yo también iré con blanco, pero no sé, me gustaría algo de color.

El comenzó a reír —¿Cuántas veces has planeado tu boda?

Sentí que me llenaba de vergüenza, me rei tímidamente y volví a tumbarne a su lado.

—Muchas, pensé en casarme con mi soltería muchas veces solo por qué me gusta la idea de usar un vestido blanco —me explique.

—Bueno, ahora te casas conmigo —parecia feliz por eso—. Hablaré con alguien y luego ordenamos todo, quiero que sea pronto.