capitulo 22 /Prt2.

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Malena y Juani también venían llegando.

—¡Ay mi amor!— Malena me abrazó fuertemente —Suerte en tu primera eco, disfruta sentir esos latidos— me llenó de besos por toda la cara y entró junto con Juani.

Felipe me llevó en auto hasta la clínica, en el camino no dijo mucho y yo no quería preguntar para no fastidiarlo.
Una vez que estuvimos adentro esperamos hasta que nos llamaran y cuando por fin lo hicieron respondí un par de preguntar y luego comenzaron con la eco.

La chica puso un gel sobre mi abdomen, lo esparció con una maquinita media rara y en la pantalla apareció la imagen de algo que parecía un frijol.

—Raro, yo comí pasta— Miré a Pipe, quien estaba apretando mi mano sin quitar la mirada del monitor. Sus ojitos brillaban, no como lo hacían siempre, sino que tenían un brillo especial y después de mucho tiempo volví a ver su sonrisa de Golden Retriver.

—Ese es nuestro hijo, Miel— Me miró aún sosteniendo su escencia de asombro.

Volví a mirar la pantalla y sonreí.

—No se ve muy seguido un padre presente, lo digo por experiencia. Vos y tu hijo son muy afortunados— la matrona me regaló una cálida sonrisa y después de anotar un par de cosas volvió la vista a nosotros —¿Quieren escuchar los latidos?—

Con Pipe nos miramos y asentimos rápidamente con la cabeza.

La matrona oprimió un botón y del monitor comenzó a salir un sonidito hermoso. No sabía el porqué pero una angustia inexplicable se apoderó de mí, era el sonido más hermoso que habia escuchado en toda mi vida, miré a Felipe al borde del llanto y al ver que él ya estaba emocionando, comencé a llorar.

Pipe no dudó y me envolvió en un cálido abrazo.

Después de unos minutos la matrona me acercó papel para poder limpiarme el gel, Felipe decidió que sería él quien me quitara la sustancia del abdomen, claro que no puse peros y me dispuse a grabar mientras él cometía tal grado de amor.

—Bueno, papás, Fue un gusto para mí poder acompañarlos en este arduo proceso, ¿Quieren llevarse algunas fotos de la ecografía?—

—Gracias a vos... ¿Cuántas pueden ser?, es que en casa son varios tíos— reí

—¿Los latidos también me los puedo llevar?— Felipe la miró.

—Generalmente hacemos dos copias, para la mamá y el papá— negó con la cabeza —Pero con este codigo QR que les enviaré al correo, vos y tu familia pueden acceder a la ecografia y a la grabación de los latidos las veces que quieran—

—Gracias— Felipe asintió con la cabeza.

—Esperen un momento— se sentó en su escritorio y comenzó con la impresión de la eco. —Antes que se vayan, ¿Has pasado por alguna situación de gran estrés durante tu embarazo?— me miró.

—Eh... Antes, durante y hasta ahora, han pasado varias cosas que me tienen con los nervios de punta—

—¿Y haces reposo?— me quedó mirando.

—Se la pasa de un lado para el otro— Felipe asintió con la cabeza.

—Ajá— Asintió lentamente con la cabeza sin quitarme la vista de encima —Mira, voy a ser clara; vi varias cosas en la ecografía que no debiesen ser y creo que se debe a tu estrés y poco reposo, tenes casi dos meses, aún no está del todo firme el embrión en tu útero, te recetaré vitaminas y tenés que ser constante con el uso. Necesitas mucho reposo los próximos dos meses y vos— miró directamente a Felipe —Tenes una gran responsabilidad como papá; que tu novia no tenga emociones fuertes— 

Vení conmigo || Felipe Otaño Where stories live. Discover now