Capítulo 48 "Demasiado dulce"

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- ¿Sabes qué?, me voy a quedar no dejaré que me eches esta vez. - decía dirigiendome a Ghost, como si él pudiera escucharme.

Ghost abrió los ojos y escaneó la habitación con cuidado, parpadeaba con fuerza e intentó levantarse, me acerqué a él y lo contuve para que volviera a acostarse.

- ¿Qué pasó? - interrogaba confundido.

- Hassan tenía un chaleco bomba, la onda te golpeó y Luciana te operó. - expliqué.

- ¿Qué haces aquí? - interrogó.

- Vine a ver cómo estabas, pensamos que habías muerto. - aseveré.

Ghost se quejaba del dolor y se sostenía el abdomen.

- Luciana, Ghost despertó, siente un poco de dolor. - avisé por el intercomunicador.

- Perfecto, voy en camino. - respondió ella.

Ghost me veía con sus ojos tontos, me hacía reír su mirada vacía como si estuviera juzgandome.

- Luciana vendrá, te dará algo para el dolor, ¿de acuerdo? - decía mientras de forma inconsciente posé mi mano sobre sus pectorales.

Ghost se cubrió con las sábanas quitando mi mano sobre su cuerpo en el proceso.

- ¿Tú cómo sigues? - me interrogaba Ghost viéndome directamente.

- ¿Sobre qué? - cuestioné confundida.

- Tus heridas. - parecía que no quería decir mas nada, entonces recordé el evento con los perros.

- Ah, cierto, duele un poco, pero no es nada. - respondía restándole importancia.

Narra Ghost...

No comprendía que hacía Silvia aquí, junto a mí, debería estar en cualquier parte menos aquí, pero no puedo ser tan desconsiderado y pedirle que se vaya, vino solo a verme, que extraño.

No podía dejar de ver sus ojos, empezaba a amanecer según podía ver por la luz de la ventana de la habitación, y el color ambarino de sus ojos combinaban con los colores del cielo matutino.

Seguramente me ve como un juego, una distracción del momento, ¿quién no me vería así?, y bueno mientras pueda aprovecharme de la situación, no me molesta.

Zanetti entró a la habitación, en su cuello colgaba un estetoscopio y tenía en sus manos algo para anotar.

- Bien Riley, ¿cómo te sientes? - interrogó mientras revisaba mis ojos con una linterna, se sentía raro que me llamara todo el tiempo por mi apellido, era la única que lo hacía tan seguido.

- Pensé que dolería más. - aseguré.

- Perfecto, entonces en unos cuantos días estarás bien, te recuperarás al doble de velocidad de una persona normal. - me informaba.

- ¿Y eso por qué? - interrogaba Silvia.

- Yerba mala no muere, y la tecnología que usé en la intervención es tan avanzada que aún no está disponible en el mercado, creo que incluso ahora puedes caminar si quieres.

- Prefiero descansar un poco.

- De acuerdo, ya terminamos con Hassan, así que se puede decir que tenemos unos días de vacaciones aquí en lo que regresamos a Londres. - decía Zanetti.

- Ok. - respondí, no tenía ganas de participar en una conversación.

- Viendo que estás estable. - Zanetti empezaba a explicar mientras me suministraba medicamentos por la vía. - te dejaré un tiempo aquí, debo ayudar a Graves con los shadows, cualquier cosa que necesites comunicaselo a Silvia y vendré.

Mein Schatz KönigWhere stories live. Discover now