Parte sin título 2

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—Suéltame.

—Escucha bien Crys, tú eres mía y de nadie más.

—¡Eres un asqueroso!, ¡soy tu prima!

—¿Y? Eso no quiere decir que no podamos estar juntos —Intentó besarme y le di un rodillazo.

—¡Me das asco!, ¿entiendes? ¡Asco! 

Salí corriendo para ir a mi habitación por las gradas de la parte trasera, él me siguió y me apegó a la pared.

—En cambio tú, tú me encantas.

—¡Aléjate o grito!

—Escucha Crys, el profesor Adiel jamás pondrá sus ojos en ti, solo eres una niña para él, en cambio nosotros tenemos la misma edad.

—Aléjate cerdo —lo empujé—. No me sigas porque grito y le cuento a mis hermanos todo, ya imaginas lo que Jack te hará.

Dicho eso se quedó quieto y me dejó ir, subí corriendo las gradas hasta llegar a la habitación, me encerré en ella y puse seguro en la puerta, una vez dentro me lancé a la cama y lloré con fuerzas.

Lloraba por todo lo que tenía guardado dentro, por tener que soportar al asqueroso de Diego y por el amor imposible que sentía por Adiel.

Aquella noche no volví a bajar a la sala, creo que se quedaron hasta altas horas de la noche bebiendo y bailando, yo no sé en qué momento me quedé dormida, cuando desperté ya era otro día.

Me di una ducha y volví acostarme, abrí mi laptop y empecé a chatear con mis amigas, quedamos en salir a dar una vuelta, seguido cerré la computadora y bajé a desayunar, mamá ya estaba despierta en cuanto a papá y mis hermanos aún dormían.

—¡Buenos días, cariño! ¿Cómo amaneciste? ¿Te fuiste a dormir temprano?

—Así es ma...

—Entonces te perdiste de lo mejor —dijo Xime al acomodarse en uno de los taburetes.

—¿De qué me perdí?

—Vino la esposa de Adiel, le armó un espectáculo y discutieron. Quiso llevarlo a la fuerza, pero él no se fue.

—¿Adiel está aquí?

—Si —Musitó Xime hincándome con sus dedos.

—Ya deja de molestarla —intervino mi madre al colocar mi plato de comida—. Crys ya no es una niña, ella ya creció y ese jueguito de que le molestaban con Adiel ya no me gusta que lo sigan realizando. Más ahora que, es su profesor, sobre todo, está casado.

—¡Ay, Ma!, solo es una broma, además, a Crys no le molesta, a ella le encanta —dijo sonriendo, le codeo haciendo que se encasquille con el jugo.

—¿Es cierto eso, Crys? ¿Te gusta Adiel?

—¡Claro que no mamá! Son solo inventos de Ximena.

—Mas te vale hijita, porque de ser así te cambio de colegio y le prohíbo el ingreso a Adiel a esta casa.

Con lo que dijo mi madre menos podía dar a notar mis sentimientos por Adiel, no quería que me sacara del cole y me alejara de él, quería estar siempre junto a él, quería verlo así fuera desde lejos, así estuviera casado y mil hijos, no me importaba. Yo solo quería pensarlo, soñarlo y seguirlo amando en silencio.

No iba a negar que me alegró saber que discutió con su esposa, eso me hacía inmensamente feliz.

Sonreí, y Ximena me dio un puntapié, le miré con el ceño fruncido y con su cabeza indicó en dirección a las gradas. Pasé gruesa saliva cuando lo vi bajar con su cabello alborotado y aun soñoliento. Usaba prendas de dormir de Jack, se veía tan guapo que podría comérmelo a besos en este mismo instante. Escuché la risita estúpida de Ximena, y antes que mamá también lo notara despegué la mirada de Adiel.

Profesor AdielWhere stories live. Discover now