Hay jarrones enormes con flores que nunca había visto de colores exóticos. Cuando caminamos cerca de una el aroma que me llego fue tan dulce que no puedo creer que salga de esa simple flor. Hay pinturas de la familia real colgadas en los pasillos, puedo deducir que entre los retratos se cuenta la historia de la familia de alguna manera.

Los muros del palacio son de yeso amarillo pálido. Se puede oler el detalle de que recientemente se le hecho una capa de pintura al lugar. Estas paredes son tan altas que provocan algo cuando uno las mira detalladamente. En el techo se puede ver figuras de ángeles que sostienen otras figuras en sus hombros, este detalle angelical da la sensación de estar visitando una capilla bastante lujosa.

—Se conoce este lugar como el centro. Aquí la mayoría de pasillos y escaleras se conectan. Es el recibidor por el cual las visitas y gente poderosa pasa. La puerta principal es esa que puedes ver al inicio.

Atento a lo que Sir Pablo me dice busco la puerta. Enorme, como no podía ser de otra manera.

—Las chicas van a entrar por esa puerta dentro de unos... diez minutos tal vez. Andrea siempre prefiere darles un recorrido por el jardín y afueras del palacio. En mi caso, opte por enseñarte un atajo del foro al palacio.

Ahora coloco mi mirada en aquel hombre que me está diciendo todo esto.

—Consideralo como un regalo de mi parte.

—Muchas gracias—murmuro sin saber como sentirme con todo esto que esta sucediendo a mi alrededor.

Continuamos caminando, subimos las escaleras que tienen alfombra encima. Como todo un cuento de hadas clásico de los que mi hermana a veces me leía para dormir.

—En la mañana será el primer desayuno real. Debes de estar preparado y listo en tiempo. No querrás dejar una mala imagen en este lugar. Recuerda, todo suma y todo resta. Tus pertenencias ya están en tu habitación con tus caballeros de honor donde vamos ahora mismo. Cualquier cosa que necesites se las pedirás a ellos. Es tu equipo de trabajo.

Yo sigo admirando el lugar ya que nada es igual. A donde mis ojos observen puedo ver cosas que gritan que estoy pisando el lugar de los unos.

—Una vez que termines el desayuno real es tradición que las seleccionadas pasen tiempo en la sala de mujeres—Sir Pablo guarda silencio un segundo—. Aunque ahora mismo no sé que tan indicado sea el nombre para esta ocasión. En fin, allí conocerás a las otras competidoras. Velo como un momento para leer, dormir un rato, ver la tele incluso. Es la sala común donde todas y tú deben de convivir.

Al momento de pasar por una puerta de color blanco me indica que esta será la sala. No abre la habitación, al fin y al cabo, parece ser que mañana la podre ver. Y pensar que estaré en este lugar un día más mueve mucho en mi ser.

Dejamos esos pasillos detrás. Sir Pablo sigue hablando, yo le menciono que hay en una habitación al fondo. En un tono serio me dice que allí es donde el rey y el príncipe Lionel se juntan para trabajar. Tenemos prohibido entrar, así como siquiera interrumpir la paz alrededor de esa puerta.

—Otro lugar al que no podés acceder: la tercera planta. Allí es donde tiene sus aposentos la familia real, y no se tolerará ningún tipo de intrusión. Las habitaciones están en la segunda planta. Ocuparan una gran parte de las habitaciones de invitados, pero no hay que preocuparse: aún nos queda espacio para cualquier visita que se presente. Estas puertas de ahí dan al jardín trasero. Pueden acceder a este a la hora que deseen, es un lugar que siempre tiene vigilancia.

Las puertas del jardín tienen decorados hechos a base de fierro que fue pintado de color blanco. Observando apenas unos segundos me doy cuenta que es un jardín pequeño, un contraste con las cosas enormes y espaciosas que hay dentro del palacio.

El elegido.Where stories live. Discover now