•|CAPÍTULO 1: LA FUNCIÓN DE UN CORAZÓN ROTO.

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Fue tan horrible que la ira me llenó por completo.

"¿Será la reciente aparición de Adelaine Bonnet con el director de la Compañía del Royal Ópera París la razón por la que no se le ha visto con el Piloto de la Fórmula 1 Marc Dassaúlt?"

No hablaron así de él cuando semanas después del accidente salían fotografías con Anna Haase, simplemente dedujeron que se trataba de una ruptura temporal. Él pareció regresar a la normalidad mientras yo veía antes de subirme al avión como se paseaba con ella. En saber que por más que desearon quitar las noticias no se pudo.

—Les hemos informado que se hará una cena para celebrar que hemos tenido un éxito con el inicio de temporada, cariño.

Asiento mientras me encamino a uno de los camerinos principales que me fue otorgado.

—¿No te importa que llegue un poco después?—Quise saber y mire un poco al notar como me seguía de cerca.

—Creí que podríamos tener la noche libre.

—Me esperan en casa—comente con firmeza siguiendo con mi camino—, Scarlett llegará de MIAMI con Romina.

—Cierto, estaba de vacaciones.

—Sí.

Sí algo he odiado, es que las temporadas del ballet se crucen con las de la Fórmula 1. Le he agarrado un rencor tan feo que es imposible de explicar.

—Está bien, cariño. Lo entiendo, tienes que estar con la pequeña de Grace.

Asentí abriendo un poco la puerta del camerino y él se detuvo.

—Me necesita, no puedo dejarla tanto tiempo sola.

—Sabes que puedes llegar a la hora que lo necesites, te estaré esperando—me sonríe antes de darse la vuelta y seguir con su camino.

Dejó salir el aire que estaba conteniendo para después cerrar la puerta con firmeza, las luces tenues iluminan los ramos de flores que decoran el tocador y las dos mesitas de noche.

Pero como siempre, está ese ramo de lirios que destaca entre las rosas, las peonías y los tulipanes.

Me acerco para ver el pequeño sobre que sobresale de las flores, está ese jodido sello real del cual me ha acompañado desde que me mude.

"Me ha cautivado verte, como la mayoría de las noches."

Y ahí está, ausente presente mandando ramos de lirios como siempre. ¿Qué es lo que piensa? ¿Qué trama con lastimarme de esta manera? Son tantas las preguntas a las cuales no les puedo dar una respuesta, ya que, cuando la tuve, simplemente recibí una carta explicando vagamente.

—Esto es una basura—brinque asustada al oír la voz de Flora.

—¡Dios, Flora!—Exclame molesta.—Creí que ya te habías ido.

—Ví a ese hombre de siempre, estaba grabando en primera fila nuevamente. ¿Es cosa del piloto?

Suspiré tomando mi maleta para entrar al baño y cambiarme, dejando la pequeña puerta medio abierta.

—Es lo más lógico, de otro modo no hay explicación para que en estos momentos tenga un ramo de lirios.

—¿Y me puedes repetir que es lo que le impide que venga y te haga frente?—El tono medio molesto de su voz no me sorprendió por completo.

Volví a suspirar haciendo una pausa para ponerme la dosis de mi medicamento.

—Su abuela. La reina de Francia—le repetí asomando un poco la cabeza.

—Vale, pero me has dicho que la reina se ha convertido en tu familia.

—Sí.

—¿Y porque no le dices que lo deje entrar al país?

—Flora—mire sus ojos miel y ella elevó las cejas.—¿Crees que no le he dicho a la reina que lidera a la República Francesa que deje entrar a su nieto? Yo se lo pedí en cuanto puse un pie aquí tras verlo con Anna y tener la amenaza de aborto de Grace por mi estrés. Christine me dió protección, Scarlett la considera su abuela y cuando me dijo que la decisión que pidiera ya no habría vuelta atrás.

La pelirroja se dejó caer en el sofá.

—Eso lo entiendo. ¿Pero porque ni siquiera lo has llamado?

Me encogí de hombros regresando con mi tarea.

—Me envió una carta.

—Lo sé.

—¡Una jodida carta, Flora!—Mi voz retumbó en el baño—. Ahora lo tendré que ver en menos de una semana, no sé cómo le diré que tenemos una hija. Mucho menos como va a reaccionar cuando me vea...—Suspiré volviendo a salir—. Y yo no estoy lista.

—Oh, nena—hizo una mueca—, el Lord de la velocidad es el padre de la heredera al trono de Francia. ¿Por qué es Grace no?

—Mañana tengo una reunión sobre ese tema mañana, lo he retrasado tanto los ultimos meses que Christine me ha tenido paciencia.

Me he excusado con toda la corte Francesa con el trabajo que he ignorado lo que mi bebe representa para ellos. Para Christine más que nada.

Y sé que toda la protección que me dio durante casi dos años tendrá que ser cobrada lo antes posible.

Tener que presentar a Grace ante el mundo. Lo que significa que sabrán de su existencia y eso me llena de pavor.

—¿Seguiré siendo tu amiga cuando recuperes tu amistad con Angelique Dassaúlt?

—Flora, eso ni siquiera debes de preguntarlo.

Me apuré para terminar de desmaquillarme lo más rápido posible mientras la escucho hablar de mi hermano. El que ella y Trevor están saliendo me pone feliz ya que él ha estado tanto tiempo solo que incluso llegué a preocuparme.

Flora hizo que mi llegada a la compañía fuera cálida y amable porque sé lo que es estar en un lugar desconocido, mucho más sabiendo que eres la que va a representar dicho lugar y te ven con recelo.

Forme una pequeña familia donde ella está de cierta manera incluida ya que Scarlett la aprecia y ella adora a mi bebé.

Estoy viviendo todo lo que soñé en un futuro, más no como se dieron las cosas y todo lo que tuve que hacer para estar aquí.

La mayoría de la gente que me conoce cree que me arrepiento de haber tenido a Grace, pero es todo lo contrario. Necesitaba algo a lo que debía aferrarme tras perder todo lo que una vez conocí.

—¿Te quedarás en casa hoy?—Quise saber mirándola por el espejo.

—Sí. Quiero darle la bienvenida a Trevor.

Hice una mueca de asco que Flora dejó salir una carcajada.

—Creo que te iré pidiendo un carnet para que te dejen pasar a la residencia.

—No vives en una residencia. Técnicamente es un castillo remodelado, creí que vivirías en Versalles o algo por el estilo.

—Ahí está el centro de la corte, Flora. Además, me lo han asignado a mi nombre. Los demás miembros de la familia tienen las demás residencias.

—Parir a la heredera a la corona trae frutos.

—Quieres te presento a uno de los tíos—bromee juntando todas mis cosas para irnos.

—Suena tentador, pero no gracias.

—¿Lista para irnos?

—¿Tú estás lista para mañana ver a la reina de Francia?

—La veo todas las semanas.

—Eso lo sé, nena. Sus chefs hacen buenos merengues, hablo de que la caballería llegará a tu casa para hablar de políticas.

—Le dí mi alma al diablo en un intento de ser salvada, me toca afrontar las consecuencias.

ANACRONÍA. | 𝗟𝗜𝗕𝗥𝗢 𝗜 & 𝗜𝗜 «𝗕𝗢𝗥𝗥𝗔𝗗𝗢𝗥 𝗦𝗜𝗡 𝗘𝗗𝗜𝗧𝗔𝗥»Место, где живут истории. Откройте их для себя