Jennie será entregada a Lisa, una omega hembra león que consta con una vida y carrera experimentada, como para que ahora venga Kim, una mocosa hormonal de veinte años a exigirle sumisión a ella, una omega de treinta, cuando a sido ella quien hace su...
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Una Alfa castaña yacía sentada en su oficina, mientras tecleaba en la computadora. Concentrada en su labor no fue consciente del sutil aroma sensual que llenaba el ambiente.
Las capacidades desarrolladas de Jennie le permitía sentir mucho más antes de la llegada de su pareja en su oficina, pero incluso ese día que la Omega iba más hermosa de lo inusual, Jennie lo pasó por alto.
Su concentración estaba en la computadora, investigando el lugar apropiado para llevar a pasear a su familia. Su hermosa familia, junto a su bella Omega y el par de adorables gemelos.
Eran felices.
Jennie jamás había imaginado que lograría tener un futuro tan lindo como el que tiene ahora. A sus diecinueve años, cuando una tarde le informaron sus padre Betas que el gobierno les había ordenado que entregaran voluntariamente a su única hija Alfa para ser entregada a una Omega, fue la noticia más devastadora que los tres habían escuchado.
Al principio sus padres se habían negado, era su única hija, su bebé. No la dejarían ir así por así, ¿Por que eran tan injusto? Quitarle un hijo a una madre era un hecho inhumano, ¿Por qué lo hacían?.
Su madre beta había llorado mucho, no estaba dispuesta a dejarla ir, pelearía con garras y dientes si era posible.
Pero la amenaza llegó, la notificación de ir a los tribunales de justicia para quitar a su única hija Alfa, logró que se rindieran.
Fueron obligados a firmar el contrato de seder a su hija en matrimonio con una Omega hembra de buen linaje. Propietaria de una agencia mercante reconocida, que aseguraba una buena defensa económica a la familia de la Alfa.
Los padres de Jennie recibieron una buena amonestación por parte de la hembra Omega que aún desconocían. No sabían quien era, ni su nombre, ni su rostro o aspecto.
Solo se aseguraba de mantener segura, protegida y bien alimentada a Jennie junto a sus dos padres.
Su humilde hogar había sido remplazado por uno más cómodo, la puerta que rechinaba ya no estaba, los agujeros en el techo fueron sustituido por un techo mejor, los pocos muebles viejos tambien fueron sustituidos por nuevos y más cómodos, caros y grandes, el campo donde producían sus alimentos fueron acercados y la granja la llenaron de suministros para el campo.
Todo fue reconstruido, remplazado.
Los padres de Jennie estaban agradecidos con la Omega desconocida, ya que no tenía el derecho de hacer más cosas por ellos que solo entregar dinero, pero no, Lisa había realizado muchos cambios en la granja y sus padres estaban felices.
En ese entonces Jennie dudaba si eso era lo correcto o si funcionaría. No conocía a la Omega, tan solo le informaron que dominara su comportamiento ante ella por que no toleraría una mala actitud de su parte.
