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Después de muchas noches de desvelo y cansancio, Sergio encontró un momento de calma inesperado

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Después de muchas noches de desvelo y cansancio, Sergio encontró un momento de calma inesperado. Su pequeño hijo, ahora dormido sobre su pecho, parecía compartir un sueño tranquilo con él. Sergio se encontraba recostado en el sofá de la sala, en una posición cómoda pero protectora, con un brazo envuelto alrededor del pequeño para asegurar que no se moviera demasiado y se despertara.

El suave sonido de la respiración de su hijo era un dulce consuelo para él. Había sido una semana agotadora. Las noches sin dormir por atender al bebé, combinado con su trabajo que requería viajes frecuentes, lo habían dejado exhausto. Aunque su pareja se esforzaba por ayudar, no podía evitar sentirse abrumado por la responsabilidad.

Mientras su cuerpo descansaba, su mente vagaba por los recuerdos de cuando era niño y su propia madre lo acunaba de la misma manera. Esos momentos de paz y seguridad eran algo que deseaba transmitir a su hijo, a pesar de lo agotador que fuera ser padre.

Con cada pequeño suspiro de su hijo, Sergio sentía una calma profunda. Aunque sabía que pronto tendría que volver a levantarse para preparar todo para su próximo viaje, este momento de conexión con su hijo valía más que cualquier sueño perdido.

Sergio cerró los ojos, agradecido por este breve refugio de descanso, sabiendo que estos momentos fugaces eran los que realmente importaban en la vida. Y mientras dormía, su corazón se llenaba de amor y esperanza para enfrentar los desafíos que vendrían, con la certeza de que siempre encontraría fuerzas renovadas en el abrazo de su pequeño.

Sergio estaba disfrutando de la calma mientras su hijo dormía sobre su pecho. Se sentía agradecido por ese breve momento de tranquilidad, pero también cansado por las noches de desvelo. Su cuerpo comenzaba a relajarse cuando sintió la vibración de su teléfono en el bolsillo. Con cuidado para no despertar al bebé, sacó su teléfono y vio un mensaje de su pareja, Saúl Álvarez.

El mensaje decía, —Amor, estoy pensando en ustedes. Sé que estás cansado y estoy haciendo lo posible por volver a casa pronto. ¿Cómo estás? ¿Cómo está nuestro pequeño? Mándame una foto si puedes. Te extraño—

Sergio sonrió ante el mensaje de Saúl. Era reconfortante saber que estaba pensando en ellos. Con una mano, sacó su teléfono y tomó una foto de su hijo dormido sobre su pecho. Le respondió a Saúl —Estamos bien, el pequeño está dormido en mi pecho. Es tan tranquilo verle así. Te mando una foto para que lo veas. Te extraño también-

Envió la foto y el mensaje, luego esperó la respuesta de Saúl. No pasó mucho tiempo antes de que su teléfono volviera a vibrar. Saúl respondió rápidamente: —¡Qué tierno! Me alegra verlos así. Espero llegar a casa pronto para estar con ustedes. Descansen, amor. Los quiero mucho.-

Sergio se sintió reconfortado por la conversación con Saúl. Saber que su pareja estaba tratando de volver pronto a casa le dio esperanza y fuerzas para seguir adelante. Cerró los ojos de nuevo, disfrutando del momento de paz mientras esperaba el regreso de Saúl.

Que paso?Where stories live. Discover now