Odio que no te odio - KIVI

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Una parte de mi quería quedarse pero otra parte de mi y que incluso era más grande deseaba estar en Madrid de una vez por todas, yo también tenía mucho que interiorizar y sabía que la única forma de hacerlo era lejos de Chiara.

Antes de salir de la casa cuando ya estaba todo listo Chiara me cogió del brazo y me hizo que la mirara.

— ¿Estamos bien?

— Lo estaremos

—No quiero que te vayas enfadada conmigo.

—No estoy enfadada Kiki, estoy dolida.

—No quiero que te vayas dolida conmigo.

— Chiara estamos bien, solo debemos darle un poco de tiempo y tú tienes que definir que es lo que quieres.

—Yo se lo que quiero

— ¿Y que quieres?

— A ti, tu eres todo lo que quiero.

— Pues confía en lo que quieres, si realmente me quieres confía en que funcionara y demuéstramelo.

—No entiendo

—Es lo que te dije antes Kiki,  tu crees que me quieres pero luego estás buscando desesperadamente algo a lo que aferrarte para huir, si realmente me quieres demuéstrame que puedo fiarme de ti.

— ¿ Es un ultimatum?

— No, no me iré a ningún lado, pero necesito que a tu tiempo seas capaz de demostrarme que estás pudiendo sentar bases. No quiero vivir con el miedo de que un malentendido pueda ser suficiente para perderte, no quiero sentir que cada movimiento que hago es una prueba, porque amor, te he demostrado de todas las maneras que estuvieron en mis posibilidades que te elijo a ti y que estoy peleando por nosotras. Ahora te toca a ti también.

—Vale, tienes razon, lo haré. No sé cuánto me lleve pero lo haré

—Tienes el tiempo que necesites  y en lo que pueda ayudarte lo haré. Estaremos bien. Lo prometo

— Te amo Vivi

— y yo a ti Kiki — Dije antes de acortar nuestras distancias y besar sus labios con suavidad pero con deseo, quería que supiera que estábamos bien y que el tiempo jugaría a nuestro favor y está vez pondría todo en su lugar.

Luego de aquello ya salí de allí y me dirigi al aeropuerto con Jasmine, ella no me dijo mucho pero ambas nos entendímos, no hacían falta palabras cuando todo ya estaba listo, en el aeropuerto me mantuve bastante aislada de las personas para mi suerte el vuelo iba bastante vacío por lo que todo iría genial las posibilidades de que alguien me pillara eran pocas.

Llegué a Madrid y me metí en la cama, le avisé a Kiki que había llegado y luego le escribi a la persona que sabía que merecía estar al tanto de todo lo ocurrido.

VIOLETA:

Almuuu

Ya estoy en Madrid ¿Nos vemos está noche?

Tengo mucho que contarte

DENNA:

Mi Violetita

Vente que te acogemos en casa con tu padre Alex

Alex está gritando porque no lo has dicho en plural.

VIOLETA:

jajaja

los padres de España lol