Capítulo 35 "Más altos que el promedio"

203 17 1
                                    

ADVERTENCIA PARA EL LECTOR

En el presente capítulo se tocarán temas relacionados a trastornos alimenticios como la bulimia, se recomienda discreción, si eres sensible al tema por favor no seguir leyendo. Esto se hace con fines de desarrollo y profundización de personaje, si usted sufre un síndrome parecido, consulta a un especialista, no estás solo/a.

Narra Luciana...

La compañía de los demás esa noche, hizo que mi corazón se entibiara, me conmovía el corazón la hermandad que poco a poco íbamos creando. A veces cuando algo muy bueno me pasa, como en esta ocasión, siento ganas de llorar, por pensar que tal vez no lo merezco, así que debía sacurdime esa emoción.

— Iré a buscar algo de tomar, ¿quieres que te traiga algo? — dije dirigiéndose a König.

— Estoy bien mi amor, no vayas sola, termino con esto y te alcanzo. — informaba König mientras devoraba un pedazo de pizza introduciendolo debajo de su máscara, se veía apurado.

— Silvia acompañame. — Silvia estaba muy cerca de Riley, así que quería separarlos un poco y distraerla.

— ¿Por qué?, ¿Te pierdes en tu propia casa? — refutaba ella cruzada de hombros.

— Acompáñame y ya. — decreté con voz severa, no le quedó remedio que levantarse del sofá junto a Ghost.

Narra Silvia...

Me sentía bien con el grupo, y ya venía mi hermana a interrumpirlo todo, pero sabía tenía que acompañarla de todas formas.

La casa era enorme, casi como una mansión pero un poco más rústica, los pasillos eran amplios y los candelabros iluminaban las habitaciones cercanas, sentía un escalofrío correr por mi piel.

Seguí a Luciana hasta la cocina, se veía molesta conmigo, sé que lo está, pero no hay nada que pueda o quiera hacer para evitarlo.

— ¿Por qué no estás con Keegan? — interrogó Luciana, colocando sus manos sobre su cintura.

Sentí su pregunta como una estaca en el corazón.

— Creo que no soy el tipo de Keegan. — confesé con dificultad.

— ¿Y crees que si seas del tipo de Riley? — sentía un tono sarcástico en su pregunta.

— ¿Por qué no?, mírate a ti y a König, van a casarse.

— No es lo mismo.

— ¿Por qué no?

— Riley es un hombre muy complicado Silvia, ni siquiera creo que tengas oportunidad con él.

Me reí por dentro al escuchar eso.

— Te apoyé desde el principio con König, ¿por qué no puedes hacer lo mismo conmigo?

— Él es una persona peligrosa Silvia, entiéndelo. — susurraba Luciana.

— Él es mucho más que eso, es más que un simple soldado.

— ¿Un simple soldado?, no sabes de lo que él es capaz, ni siquiera lo conoces.

— Pues entonces, quiero conocerlo. — me acerqué a Luciana y tomé su mano entre las mías y la ví a los ojos en busca de aprobación.

— Si te hace algo no tendré como defenderte, no podré hacer nada.

— ¿Por qué me haría algo?

— Es un militar por el amor a Dios, maneja armas de guerra...

— ¿Y acaso König no?, ¿Cuál es la diferencia?, incluso a ti te puedo considerar como una militar, estás diciendo todos los argumentos que papá te decía para que no entraras en este trabajo. — resoplaba de igual forma en voz baja.

Mein Schatz KönigWo Geschichten leben. Entdecke jetzt