𝐓𝐈𝐏𝐎 𝐂𝐎𝐍 𝐒𝐔𝐄𝐑𝐓𝐄 [Carreraaa X Tú] ✓

cincuenta y siete

—Eso nunca sirve.— se negó —Él no es solo una lista, es Rodrigo Carrera y jamás terminarás de poner todas sus cualidades en una lista.—

En eso tenía razón, sería una lista eterna y no me ayudaría con nada

—¿Eres su amigo o el mío?.— pregunté burlona

—Tuyo pero soy realista.— rio también —Si amas a alguien lo dices en ese momento, no pierdes el tiempo con listas de ese tipo. Si alguien me dijera que hará una lista contigo créeme que sería el primero en burlarme de esa idea, eres demasiado para que alguien piense en clasificar que hay de bueno o malo contigo, quien te quiere lo hace sin tomar en cuenta lo malo que tienes.—

Sonreí un poco, ahora tenía un poco más clara mi decisión y todo era gracias a Andy, si esta vez funcionaba todo él sería mi "damo de honor" cuando me casara

—Realmente parece que quieres que regrese con él.— exclamé 

—Si, eso quiero.— admitió —Si vuelven eso significa que volverás a Argentina y podremos salir, me habías dicho que en mis vacaciones me llevarías a Italia pero no tuve vacaciones el año pasado por ser mi primer año trabajando, ya me hace falta verte.—

Escuché unos pequeños golpecitos en la puerta, había alguien afuera 

—Tengo que irme, gracias por esta platica Andy, suerte en tu día.— sonreí aunque no pudiera verme 

Se despidió también y terminamos la llamada. Dejé a un lado el desayuno que aún no terminaba, me levanté y fui directamente a la puerta, cuando abrí me encontré a Rodri con una sonrisa bastante linda 

—Buenos días.— saludé con una sonrisa algo boba 

—¿Buenos días?.— cuestionó un tanto burlón pero sonriendo también —Son las dos de la tarde.— 

Lo dejé entrar y miré como sacó algo de su bolsillo, era un paquete de dulces que de inmediato me dio 

—Los compré cuando venía para acá y me acordé de vos así que quise dártelos.— contó 

Miré la envoltura y tenía un dibujo de un osito enfermero, reí al ver que eran unos dulces de miel

—Gracias.— exclamé mientras los ponía sobre una mesita —Y gracias también por el desayuno, fue un gesto muy lindo.— 

—Quería consentir a mi modelito antes de que se fuera.— dijo y soltó un suspiro —O más bien, estoy intentando convencerla de que no se vaya.— 

Me acerqué un poco más a él sintiendo como ponía sus manos en mi cintura para que no me alejara 

—Mi vuelo sale mañana en la noche.— recordé —Dame una señal de que me quieres y de nuevo arriesgo todo por ti.— 

—Si queres te pongo las señales desde un faro.— se burló provocando que yo riera —Más claro no lo podes tener. En este momento no tengo mucho que ofrecerte y menos porque vos ya lo tenes todo pero te prometo que no haré nada más que pensar en vos, desde que me despierte hasta que me duerma, todo se resumirá a estar juntos.— 

Quizás era cierto que ahora lo tenía todo pero mi corazón aún anhelaba el amor que solo me había podido dar Rodri. Ahora podía simplemente descansar y estar con él, después de todo tenía suficiente dinero ahorrado para invertir y no volver a trabajar hasta que quisiera hacerlo de nuevo 

—Rodri.— lo llamé, su mirada estaba sobre la mía de una manera bastante tierna —Apostemos todo lo que tenemos a que esta relación puede funcionar, pongamos todo de nosotros mismos para lograr tener nuestro final feliz de una vez por todas.— 

Él simplemente asintió sonriente mientras me daba un pequeño beso en los labios, eso provocó que mi sonrisa se hiciera más grande 

—Le diré a todos que estamos juntos de nuevo y...— exclamó sacando su celular pero de inmediato se lo quité para aventarlo en la cama 

—Mantengamos todo en privado por ahora.— pedí sabiendo que él no podía guardar mucho tiempo los secretos 

—Te besé en un evento con millones de espectadores.— recordó burlón 

—Aún así no quiero que la gente hable más de nosotros, en algún momento lo haremos  oficial pero por ahora no.— dije y él asintió después de unos segundos estando de acuerdo 

—Si fuera por mí estaría presumiendo nuestra relación por todos lados pero bueno, vos te lo perdés.— exclamó cruzándose de brazos como si estuviera haciendo un berrinche así que reí 

No me importaba que rumbo tomaría mi vida ahora pero mi próxima parada sería Argentina y nadie podría convencerme de lo contrario