🍂 : raro pero único.

st𝗳𝗼𝘂𝗿: nina.

the tenderest of
the care.

now look what we have put
you through...

─¡Mierda, carajo, mierda, carajo!

──¡______, ¿Qué haces?!

──¡Sigan presionando!

──¡¿Con qué?!

──¡Michael, cálmate! ¡Sé lo que hago!

Le pega un manotazo al pelinegro, sacándose de encima al chico para tomar una toalla que estaba arrugada por ahí, poniéndola sobre el pecho del sujeto, aplicando presión fuertemente.

Sentía las manos pegajosas y calientes, incómodas por la sangre que empezaba a manchar hasta más o menos arriba de la muñeca.

Al hombre se le escurría la sangre por la comisura de los labios mientras trataba de respirar, pero con los tres agujeros de balas en su abdomen le dificultaban mucho el trabajo.

Jonathan se da vuelta para hablarle a Argyle, quien era el que estaba más asustado de todos ellos.──¡Argyle, tenemos que ir a St. Mary's.

──¡No creo que ir a la iglesia ayude mucho, viejo!

──¡No, idiota, St. Mary's el hospital...!

──N-no, no el hospital ──jadea el hombre, jalando la camiseta de Jonathan para llamarlo.

──Lo llevaremos al hospital, ¿de acuerdo? ──afirma el Byers.

──T-tienen que advertirle a... A Owens... ──tartamudea, con pequeños hipidos y jadeos, tragando saliva mezclada con sangre.

──Sí, sí, sí. Le advertiremos a Owens-...

──La niña...

Entre los cuatro se miran, entendiendo fácilmente a quien se refería. El miedo les invade y dan un suspiro, mientras siguen haciendo presión en la herida que no dejaba de sangrar.

──Bueno, ¿y cómo encontramos a Owens?

──Nina... Nina...

──¿Nina? ¿¡Quién es Nina?! ──Mike empieza a zamarear al hombre, como queriendo que se enfoque en seguir despierto.

El menor toma la mano de su novio levemente y dando pequeños golpecitos rápidos, diciéndole que no lo mueva, pues hace que se siga desangrando y se gaste su oxígeno en jadear por el dolor.

El hombre lo mira a él. Ve en él una serenidad y nervios de acero que el resto no tiene. Parece que no cede a los nervios y el pánico, y que está más atento a todo, a diferencia del resto.

______ se da cuenta, por lo cual se acerca un poco, viendo como se saca algo del bolsillo y empieza a subir la mano a su campo de visión.

Un bolígrafo negro con decoraciones grises.──Este es el número...

No le dio tiempo a pensar a qué se refería, los chicos dieron por entendido que quería escribir algo, por lo cual se empezaron a gritar y empujarse entre ellos para buscar algo para que escribiera.

Él no pensó eso. Si hubiera querido darles un número, se los hubiera dictado, ¿para qué gastar sus últimos momentos de vida para escribir?

Le dan una revista al hombre, mientras le dicen que escriba ahí.

El brillo de los ojos del hombre va desapareciendo, sus músculos se van relajando y suelta el bolígrafo.

La toma y mira el rostro del hombre, mientras sus ojos se van cerrando.