2. you don't my brother.

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Me desperté a causa de la alarma de mi celular. Anoche no le devolvi ninguna llamada a mi madre, porque era muy tarde. Solamente dormi... tres horas, porque llegué de la fiesta a las cuatro, y entraba a clases en la universidad el dia de hoy, genial. Me quedé mirando al techo, y me cubrí las manos con desesperación, porque ese chico de rastas era lo único que impregnaba mi mente.

Vamos, Bill. No ha pasado ni medio día.

Pero nunca fue tan complicado dejar de pensarlo rápidamente. Me llamaba la atención, demasiado. De todos modos, tal vez le pregunte a Natalie quien es él.

. . .

Me estaba maquillando frente al espejo, había silencio, lo cual hacía que me quedara solo en mis pensamientos. Me venían más y más pensamientos de la noche de ayer, ¿porque le daba tanta vuelta? Tal vez porque recuerdo cada palabra que me susurraba... En especial una cosa.

— ¿Quieres que vaya lento?

— No...

Siguió al ritmo rápido en el que iba, aunque en uno de esos susurros, mi corazón pareció latir con más fuerza, sentí ganas de besarle nuevamente los labios, pero no por lujuria, si no por una extraña sensación, que se sentía bien en el corazón.

De todos modos, haré lo que me pidas, no quiero hacerte daño... No podría hacerlo.

Mi corazón tal vez estaba volviendo a latir con aquella fuerza, y era inexplicable la sensación. Dejé el lápiz de ojos a un lado, y suspire tratando de calmarme. Me recompuse y terminé de maquillarme rápido para poder irme ya al instituto y no seguir estando solo con aquellos recuerdos. Me fije en la hora, y mi rostro se puso palido de inmediato.

— ¡Mierda, que llegó tarde!

Salí del baño, agarre mi bolso y salí corriendo del departamento. Baje las escaleras, casualmente yo vivía en el penúltimo piso, genial.

Al por fin terminar de bajas las trescientas escaleras, corri rápido hacia la salida del edificio, y ya estando afuera, choque con alguien, pero gracias al cielo evitó que me cayera agarrandome del brazo rápidamente.

— Perdona, no ha sido mi inten...— Cuando le vi el rostro, mis manos empezaron a sudar. Era él... Era el mismo chico con rastas.

— No te preocupes, ¿tienes mucha prisa? — Me solto, y yo me quedé mudo por unos segundos.

— Eh... Sí, voy tarde al instituto...— Era un poco extraño hablar de algo tan así, con alguien que te dio la follada de tu vida. Él... Sí, él, porque no se nisiquiera su nombre, pareció pensar en largo durante en corto tiempo.

— ¿Puedo llevarte?

Diría que no, pero el tiempo no estaba de mi lado ese día, y tampoco es que quisiera negarme, para que mentir.

— ¿Puedes?

— Sí, vamos.

Me agarro de la muñeca, y senti una pequeña corriente al sentir su tacto nuevamente. Me empezó a dirigir hacia varios carros de la acera, y nos detuvimos en uno de esos. Se me cayó la mandíbula al ver una camioneta muy grande, de color negro, muy bien cuidada, y alcance a leer que marca era.

Cadillac.

— ¿Es tuyo? — Dije con asombró.

— Sí, sube.

Me abrió la puerta del carro, poniendo una amplia sonrisa invitándome a subir.

— Gracias...

Me subí, me senté, y cerró la puerta empezando a caminar hacia el otro lado. Me daba cuenta de lo servicial que era, aunque no me gustaba que hicieran ese tipo de cosas. Entró, se abrocho el cinturón y también me pidió que lo hiciera, a pesar de ser... Un extraño que sin vergüenza deje que me follara, tenia mucho cuidado conmigo.

𝗖𝗜𝗚𝗔𝗥𝗘𝗧𝗧𝗘𝗦 ; TollWhere stories live. Discover now