Relatos de un alma desgarrada

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Oscuridad, sin importar lo que haga, todo lo que en rodea es oscuridad, palabras que quedan como puñales dentro de mi corazón y permite que me desangre un poco entre cada herida.

Ser sincero en estos tiempos es uno de los grandes crímenes, cuidar de ti mismo una de las metas imposibles rodeado de tantas tentaciones materiales y/o carnales que de a poco tu mismo te dejas como la última prioridad.

¿Amor? La daga más preciosa y tentadora, el veneno más dulce que puedes conocer, con su brillo te atrae, te hipnotiza para que te acerques, su sabor te hace adicto, sin pensar claramente en como te puede dañar más adelante, pero ciegamente sigues tomándolo siendo el nectar que te eleva hasta la nube más alta, pero cuidado, recuerda que mientras más alto te encuentras, más dolorosa es la caída.

Ausencias, dudas, inseguridad, no se en que momento todo se empezó a desmoronar de a poco el paraíso que creamos, se fue llenando de nubes grises que opacaron el cielo despejado, los relámpagos por muy hermosos producían ruidos torturosos, y asi empezaba, cada dos días llovia de forma torrencial, el sonido de las gotas caer sin cesar podía ocultar el sonido de mi llanto, estás pequeñas gotas ardían y a la vez eran un pequeño bálsamo para mí ya golpeado corazón.

Dolor, lágrimas, eres el amor que más intenso he sentido, como puedes desaparecer de la nada.

Nublado, regresas, trato de no hacer tantas preguntas porque el solo hecho de que regresaras me trajo alegría, pero te noto diferente, algo no está bien, pero ¿que es?.

No sé en qué momento se volvió un circulo vicioso donde solo repetíamos está rutina, ya no es lo mismo en esta ocasión, más de 4 días ausentes, mis lágrimas salen sin control, no se que ocurrió, en qué momento te fuiste y escogiste a alguien más que no lo supe, nuestros sueños, nuestras metas las tiraste para ayudar a la persona que más daño te pudo hacer.

Rojo, sangre, perdida es lo que siguió, pasaron meses y de ti supe ciertas cosas, entre ellas algo de lo que fue esa historia que nunca supe, nos dijimos adiós que se sentía como si fuera una pausa, estabas en un lugar oscuro y trate de ser tu luz, mi inocencia me traicionó, el ser tan entregada me traicionó, porque al final entregué todo y con nada dentro de mi quedé yo.

Una luna eterna es quien me acompaña, y así fue pasando hasta que se transformaron, ya no siendo una sino 5 lunas, fuimos esas luces intermitentes íbamos y veníamos, disfrazamos la emoción en una amistad, el preocuparse con un consejo, y la rabia en bromas pesadas.

Dime algo, si yo no cuido de mi, ¿quien lo hará? Siempre tus opciones fueron otras, pero yo nunca fui una de ellas, al menos no lo suficiente para pelear por ella, eso veo al fin, y para mí fuiste una prioridad, que aún sigue ahí sin importar que ni quien pueda pasar.

Destruida quedé yo después de este amor, porque como es posible que te ame a ti, más de lo que me amo a mi?.