Capítulo 29 "Pulsera de cuentas rojas"

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La noche fue fantástica, mejor de lo que hubiese podido planear, creo que mi familia también se estaba conteniendo y solo por educación intentó llevarse lo mejor posible con König, solo por mi, o al menos eso me dijo mi hermano.

Todos se fueron al día siguiente al mediodía.

- Gracias por venir Señor, lo esperamos en la boda. - despedía a Price con un abrazo.

- Y nosotros los esperamos en la base, hay cosas pendientes por hacer.

- Estaremos cerca por si necesitan algo. - afirmaba Ghost.

- ¿Darán un tour? - inquirí pícaramente.

- Algo así, iremos a un hotel cercano. - agregaba Farah.

Giré buscando la mirada de König para su aprobación en lo que iba a decir, no estaba de acuerdo, la casa de la hacienda era enorme, nuestros padres se quedarían aquí unos días más y había habitaciones suficientes para todos, no estaba bien que teniendo esa disponibilidad el grupo se quedara en un hotel.

- ¿Por qué no se quedan aquí?, los hoteles más cercanos son caros. - pronunciaba König, llevándose las manos a las caderas, amaba como se veía.

- Pero el sueldo es bueno muchacho. - respondía Price con una sonrisa.

- Además no queremos molestarlos. - comentaba Gaz.

- Sí, parece que aquí sobramos. - agregaba Ghost.

- ¡No digas eso! - refutaba ofendida.

- Hagamos esto, cualquier cosa, lo que sea estaremos cerca, ya lo saben. - decretaba Price.

König se despedía de todos con abrazos y espaldarazos fuertes, parece que nos quedaba poco tiempo en estas vacaciones de verano en Europa...

(...)

El clima era cálido, había nubes grandes que daban sombra, el olor a la grama de la hacienda era fresco, König me tomaba de la mano y me llevó de regreso al interior de la casa.

- Tienes que conocer a los trabajadores. - indicaba König.

Al llegar a la sala estaban al menos 10 personas de pie una al lado de la otra, para el tamaño de la granja este personal no es suficiente, habrá que contratar más.

Escuchaba que König les hablaba en alemán, entendía una que otra palabra pero no del todo, eso me confundia, le dí la mano a todos y cada uno de ellos, König me presentó al capataz, a la que se encargaría de la comida, la que s encargaría de las caballerizas y los demás eran de logístico y manejarían las maquinarias para la cosecha de manzanas.

- Hallo. - era lo único que les podía decir mientras apretaba la mano de cada uno de ellos y sonreía.

Recordaba muy bien sus caras, eran pocas personas así que la tarea era sencilla.

- El jefe me comentó que usted habla español. - me decía la muchacha de trenzas, botas, camisa de cuadros y sombrero que se encargaría de las caballerizas con un claro acento español.

- Que alivio que alguien de aquí pueda entenderme. - respondía mientras la abrazaba.

(...)

El día transcurría tranquilo y soleado, comenzaba a sentir un poco el calor, sabía que había una piscina detrás de la cocina, era el día ideal para estrenarla.

Me dí un baño, desayuné junto a König, luego cepillé mi cabello, coloqué un poco de bloqueador sobre mi piel, solo tenía un bikini, uno blanco, pero no quería mostrar mis cicatrices así que usé encima una blusa larga un poco traslúcida.

Mein Schatz KönigWhere stories live. Discover now