Wei Ying, Mo Xuanyu y la familia del primero se trasladaron en barcos hasta el muelle de Loto. Mientras tanto, Wen Ruohan y sus aliados más cercanos fueron transportados en carretas especialmente diseñadas para traidores, asesinos y tiranos. Estas carretas tenían barras de Hierro extremadamente resistentes para limitar cualquier intento de escape.

Wen Ruohan fue transportado en una carreta individual, mientras que los demás fueron apiñados por lo menos diez personas en una sola, dejando así poco espacio para moverse.

Con esto intentaban mostrar su victoria y el fin de la tiranía de la Secta Wen. Algunos de los líderes aliados abogaban por la exterminación de la secta junto a su líder, como una medida para erradicar el mal que por mucho tiempo acechó el mundo de la cultivación.

Pero nada estaba decidido aún pues todo ello se decidiría finalmente, en Muelle de Loto.

Lan Wangji al llegar fue por su amado doncel y juntos se dirigieron a la habitaciób de este último, pues allí se encontraba su amado hijo.

Wei Ying corrió hacia la cuna en la que se encontraba su bebé, afortunadamente el pequeño se encontraba despierto, era Wen Ning quien lo estaba cuidando, pero agotado se quedó dormido a su lado.

El Wen despertándose de golpe al oír pasos en la habitación, se levantó rápidamente dispuesto a proteger al pequeño, pero solo logró ver a Wei Wuxian y Lan Wangji. Entonces hizo una profunda reverencia hacia la pareja. El doncel sonrió amablemente y asintió en reconocimiento, agradecido por la protección y cuidado brindado a su hijo.

Lan Wangji, siempre serio, pero con un brillo cálido en los ojos, se acercó a la cuna para observar al pequeño. Wei Wuxian levantó al bebé con ternura y se lo mostró a su esposo.

— Lan Zhan, mira qué hermoso es nuestro hijo — dijo Wei Wuxian con alegría, sosteniendo al bebé entre ellos.

Wen Ning, al presenciar ese tierno momento, no pudo evitar sonreír ante la felicidad de la familia finalmente reunida.

El semblante sereno y usualmente imperturbable de Lan Wangji se transformó en una expresión de pura felicidad y ternura al sostener a su pequeño hijo en brazos. Una sonrisa suave y sincera se dibujó en sus labios, iluminando su rostro con un brillo especial que reflejaba la profunda emoción que sentía en su interior.

Los ojos del jade brillaban con un resplandor único, lleno de amor y admiración por su familia. Cada mirada dirigida hacia su hijo era como una promesa de protección y cuidado eterno, un compromiso inquebrantable con el bienestar de aquel pequeño ser que había traído luz a sus vidas.

Aunque el jade era generalmente reservado en sus emociones, Lan Wangji no podía contener la alegría que sentía en ese momento. Ver a su hijo allí, en sus brazos era un regalo invaluable que llenaba su corazón de gratitud y felicidad.

En ese instante de intimidad y dicha familiar, Lan Wangji se sentía completo. Observó con amor al pequeño en sus brazos, maravillándose con cada gesto y cada sonrisa que el bebé le ofrecía. Era como si el mundo entero se detuviera en ese momento, dejando solo espacio para el vínculo especial entre padre e hijo.

Wei Ying, observando la escena con una mirada llena de ternura, se acercó aún más a Lan Wangji, rodeándolo con su brazo con delicadeza, cuidando de no lastimar al bebé.

En la habitación, el ambiente estaba impregnado de calma y felicidad, como si cada rincón estuviera lleno de la alegría que emanaba la nueva familia.

Aunque Wei Ying y Lan Wangji anhelaban disfrutar de más tiempo con su hijo en brazos, sabían que una situación tensa se estaba desarrollando en la sala de reuniones. Ambos compartían el deseo de poner fin a cualquier enfrentamiento y derramamiento de sangre innecesario. Después de todo, la guerra había cobrado demasiadas vidas y había dejado a incontables familias devastadas. Era hora de detener ese ciclo de violencia y dolor.

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⏰ Last updated: Mar 16 ⏰

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Wei Ying "ɪ ʟᴏᴠᴇ ʏᴏᴜ"|| WangxianWhere stories live. Discover now