Cien streamers compiten en parejas por un premio de doscientos mil dólares.
Él es conocido por ser bueno en cualquier juego; ella es conocida por ser siempre la primera en morir.
Tienen todas las de perder, hasta que unas fotos fuera de contexto se...
El caso es que cuando pasa por mi foto, el imbécil solo se ríe. En su chat hay algunas personas, buenas personas -no sé qué hacen en ese lugar de mierda-, los cuales le dicen que estoy mejorando. Y él:
-A ver chat. Chat -llama, los mensajes se vuelven locos-. La cosa con Bria es que no importa cuánto practique o lo que sea. Sí, tal vez mejore un poco y no muera el primer día, pero ella nunca va a ser buena. Ya saben, con lo del TDA, le cuesta mucho lo de mantener la atención en el juego. No es cosa de habilidad o de practicar, es que no puede.
Y se queda así tan tranquilo con esa cara de culo que tiene.
Es el mismo cuento de siempre, y sinceramente ya me cansé de alimentar su ego haciéndole caso, así que, cuando en mí stream me preguntan si vi lo que dijo Teo en su stream, yo respondo:
-¿El stream de Teo? -frunzo el ceño y le doy un trago a mi botella de agua-. No, no lo vi. Es que, ya saben, como tengo TDAH, me cuesta mucho trabajo ponerle atención a cosas aburridas.
Y me quedo así, tan tranquila. Con el chat en modo emotes para poder jugar mi simulador de gasolinera en paz.
Ya no quiero ponerle atención a lo que dice o hace Teo, me da igual, que diga lo que quiera de mí. Por eso lo dejo pasar así, no lo comento ni con Sam ni con nadie más por privado. No tiene caso prestarle mi energía a esas cosas.
Luego viene la cosa linda.
Cuando cierro stream y me dedico a recoger la casa -cosa que ahora soy capaz de hacer en solo una hora, gracias a los consejos de Oli-, miro un par de TikToks por el camino. Me topo con un edit que alguien hizo de los momentos en que sonrío, grito, me emociono, o en general de mí siendo feliz en el stream.
Pero eso no es lo más lindo, lo lindo es que... ¿Recuerdan esa sección de «si te ríes pierdes» que hace Arón y en la cual nunca ha perdido? Bueno, acaba de darle a alguien un acumulado de trescientos treinta y cinco dólares. Por mí.
Porque al parecer alguien mandó ese vídeo donde yo estoy sonriendo a la sección del si te ríes pierdes. Y Arón, por primera vez, se permite perder. Sonríe de primeras, luego las comisuras de sus labios se van ensanchando hasta que su sonrisa está en pleno mostrando los dientes. Los clips me muestran a mí haciendo algunos desastres, pero riendo a pesar de todo. Y él se ríe conmigo a través de esos videos.
Para terminar, solo dice:
-Bien jugado.
Y así, su contador del premio acumulado pasa a cero.
Y yo... ya no sé qué pensar de eso. ¿Sería capaz de perder más de trescientos dólares solo por hacerle creer a la gente que estamos juntos? Digo, tendría que ser una inversión a largo plazo si lo miras bien, pero de todas maneras...
Por eso cuando aparece en mi puerta le sonrío sin poderme contener. Me lanzaría a abrazarlo de no ser porque está cargado con un montón de cosas.
No sé por cuánto tiempo más voy a ser capaz de resistir estos impulsos tan repentinos que tengo de abrazarlo, de quedarme así con él como si no hubiera un mañana. Quiero llenarle la cara de besos y hundirme en sus labios, porque una no es suficiente.
En lugar de eso lo guio hasta la barra para que pueda tirar todas las cosas encima y una vez que tiene el cuerpo libre... me le quedo viendo como idiota.
-¿Pasa algo? -averigua él.
-¿Qué? No, no. Es solo que... Nada, hay que empezar con las películas si queremos acabar a tiempo.
¿Qué edad tienes, Bria? En unas horas cumplo veintiocho, debería madurar un poco más y dejar mis impulsos hormonales de lado.
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