—Gracias por todo, Lola... yo... siempre estaré agradecida por todo lo que has hecho por mí en todos estos años. —Debo ser honesta y agradecida, Lola ha sido mi apoyo incondicional desde que mis padres no están. Ella es como mi segunda madre.

He sido huérfana desde que tenía nueve años...

— ¡Dios mío, voy a llorar! —exclama con un tono de voz quebradizo, pero tratando de reír al mismo tiempo—. Mis hijos me hicieron sentimental, voy a culpar a Roger por eso.

Me río.

—Gran Roger te dirá algo como: Rubia, eres hermosa siendo sentimental, nuestros hijos son increíbles gracias a ti. Y luego te emocionarás, le dirás que lo amas y bueno... lo demás tú sabrás.

Ella no puede dejar de reírse. ¡He dicho la verdad! Ellos son dos melosos en acción. Fue divertido conocer su historia ya estando grande, el detrás de cámaras de ese acuerdo que firmaron hace tantos años atrás, el que hizo que se enamoraran.

— ¡Demonios! Sí que nos conoces.

—Obvio, hermana. Viví con ustedes muchos años, sé cómo son.

Lola deja de reírse.

—Entonces, ¿te busco o no? Puedo decirle a Raymond que lo haga, él me llamó anoche y...

—No —digo inmediatamente—. Tomaré un taxi, no te preocupes. Sé manejarme sola, además le dije a Roger que me consiguiera un auto temporal.

—Vale, como usted diga, señorita Walts —se mofa mi hermana—. Te deseo muchos éxitos, tú puedes con esto y más, Les. Estamos orgullosos de ti. Como dicen los coreanos que te gustaba ver de pequeña: Fighting!

Niego con mi cabeza, mientras sonrío. Ella se acuerda de los doramas que veía cuando era adolescente. Lo que ella ha dicho es una forma de dar ánimo.

—Gracias, hermana. Te amo mucho.

—Yo a ti, Leslie. Siempre juntas, recuérdalo. —Esa frase me la decía muchas veces cuando ella estaba peleando mi custodia y aún no vivíamos juntas—. Nos vemos en la empresa, agenda un almuerzo conmigo.

—Siempre juntas, Lola —repito con una sonrisa—. Está bien, nos vemos más tarde. Besos a los niños.

Ella se despide, luego finaliza la llamada.

—Hoy comienzo una nueva etapa en mi vida, así que... ¡Vamos por ello! —me digo en voz alta. Sonrío al recordar lo que dijo Lola, es por eso que me doy ánimos de la misma forma. Empuño mi mano y la alzo, dando un pequeño golpe al aire, diciendo—: Fighting!

*

La bienvenida en la empresa ha sido amena, aunque muchas miradas cayeron sobre mí, unas de indiferencia y otras de curiosidad. Roger hizo el protocolo de bienvenida, pidió que celebráramos mi llegada con champagne, sí que puede ser algo extraño que hagan todo esto con una empleada, pero lo he disfrutado y estoy agradecida por todo.

He tenido toda la mañana ocupada, me he reunido con cada área corporativa para presentarme y decirles que estoy dispuesta a trabajar en pro de la empresa.

Más temprano, cuando Roger hizo lo de la bienvenida, Raymond llegó tarde y se disculpó al entrar al área de presidencia. Lo miré y él solo me dio un asentimiento con su cabeza. Le devolví el gesto y seguí mirando a Roger quien daba el discurso de recibimiento. Mi hermana estuvo junto a mí, sonriendo como una mamá orgullosa, también estuvo Laura Montreal, la mejor amiga de mi hermana y Vice Gerente en Finanzas. Por lo que entendí, es un cargo nuevo en la empresa.

NO DIGAS NADA Y CONÓCEMEWhere stories live. Discover now