𝗙𝗜𝗩𝗘

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—¿Juanjo?

—Sí

—¿Juanjo, Juanjo?

—No sé, ¿hay más Juanjos?

—Juanjo Bona dices. Sí, es de la facu de ingeniería. ¿Por qué lo preguntas?

—Creo que ayer...No sé, no recuerdo donde estabas tú, pero yo fui al baño y...— dice con nerviosismo al sentir la mirada de Lucas sobre él— Me tiró el Kalimotxo encima, y me siguió hasta el baño, no sé muy bien porque.

—No me jodas.

—Y le besé. Pero no tengo ni idea de porque, no tengo muchos recuerdos, así que no puedo decirte en que contexto— añade, restándole importancia.

—¿Le besaste?— pregunta Lucas sorprendido.

—Sí, ¿Pasa algo?

—No, no, solo no me lo esperaba— Martin frunce el ceño— No, no, no. No lo digo por ti, si no por él.

—¿Por él? 

—Sí, por qué...no sé, iba a decir una boludez, perdón— dice el uruguayo sin mirar a un punto fijo, medio empanado. Por alguna razón eso le hace mucha gracia a Martin, que empieza a reírse.

Chiara y Ruslana no tardan en aparecer, ambas con dos cafés y tostadas de aguacate. Lucas y Martin se olvidan del tema de Violeta y no vuelven a mencionarla en presencia de las chicas.

Ruslana le cuenta al vasco como se subieron a la barra y bailaron todas las canciones, gritando como si su vida dependiera de ello. Entre bromas y risas, la mañana se pasa volando, y al final acaban comiendo en la cafetería porque cuando se dan cuenta son más de las dos.

—Chicos, yo me tengo que ir a ver a Nai, me esta empezando a preocupar— indica Lucas levantándose de la mesa, con su plato y vaso en la mano— Ruslana no me mires así, lo digo en serio.

—Vale, vale, solo no manchéis mucho la habitación, que luego nos preguntan que porque hay manchas en las sábanas y no sabemos que responder.

— Serás idiota — dice Lucas con una sonrisa en los labios, mientras le da un golpecito a la pelirroja en el hombro. En el fondo, sabe que es verdad.

Cuando Lucas ya ha desaparecido, y los tres han terminado de comer, deciden que la mejor opción es irse a uno de los jardines del campus para pasar el rato, por que no tienen nada mejor que hacer.

La conversación parece no tener fin, cada vez que terminan de hablar de una cosa, otro tema sale de la boca de alguno de los otros dos. Se siente muy agusto con las chicas y no tarda en notar lo parecidas que son sus personalidades, la vergüenza se va y la confianza y la comodidad se respiran por el ambiente.

—Y dinos Martin, ¿algún interés amoroso?— la pregunta de Ruslana pilla desprevenido a Martin, quien cuando la escucha, casi pega un bote al intentar incorporarse.

—¿Eh?

—Ruslana, no seas cotilla— le dice Chiara.

Las dos se giran hacía Martin, que no sabe que responder. En tres segundos, su cabeza se plantea un debate interno de si debería contarles sobre Juanjo o no.

𝐆𝐎𝐃 𝐎𝐍𝐋𝐘 𝐊𝐍𝐎𝐖𝐒 ;; juantinWo Geschichten leben. Entdecke jetzt