Sick for the love ; Matienzo

2. Cuidados

Enzo estaba atento a todo lo que Matías podría llegar a necesitar.

La fiebre de Matías aun no bajaba como esperaba, pero al menos había dejado de sentir tanto frio.

- ¿Que andarán haciendo los mellis en el campamento? -preguntó para tener algo que conversar mientras esperaban a que la toalla mojada que tenía en la frente dejara de estarlo.

-Ni idea -dijo con voz ronca, ese era otro síntoma que intentarían aliviar luego de que la fiebre no fuera prioridad -aphrender cosas y jugahd.

-La están pasando bien entonces. Pero no te amargués que intentaremos que te diviertas también -Mati le sonrió- pero primero tenemos que quitarte esta fiebre, ¿cómo te enfermaste?

-Quizás fue la lluvia del odhro día -Enzo concordó con eso.

-A la próxima le hacés caso a tu mamá y llevás un abrigo -dijo de manera autoritaria, aunque luego de un par de sonrisas dejo de sonar tan severo.

Matías sonrió, hablar con Enzo era la mejor medicina que podía tener.

Aun no digería que su madre eligiera a Enzo para cuidarlo, pero no podía quejarse. Estaba Enzo ahí cumpliendo todos sus caprichos.

Luego de unos minutos más, y de varias veces tener la toalla mojada por su frente, había logrado menorarle en gran cantidad la fiebre, por lo que la atención de Enzo se centró ahora en la garganta de Matías.

- ¿Podhque  tengo que tomar esto? -Mati miraba con algo de desagrado la taza que tenía en sus manos.

-Porque tenés que mejorar -dijo el mayor con obviedad.

-Ya sé, pero... ¿Té de ajo? -Matías hizo una mueca al olerlo- ¿Podhque no miel y limón?

-Este es mucho mejor. Solo si quedhes dejah de hablahd adsi -respondió burlándose de la forma de hablar de Matías, quien lo miro con algo de enojo.

Sin quejarse más dio el primer sorbo del té que Enzo le había preparado.

No quería ser descortés pero su olor no le agradaba y agradecía no poder sentir muy bien los sabores, ya que seguro sabia peor de lo que olía.-No fue tan difícil -dijo luego de que terminar el té- tomá esto por unos días y tu voz volverá a ser normal.

- ¿Qué tiene de malo mi vodhz ahodra?

-Me gustas más con tu voz armoniosa que con esta tan grave -comentó.

Matías desvió su mirada de la de Enzo.

Sabía que no lo decía con la intención que el esperaba, lo venia sabiendo desde que salió oficialmente del closet, pero escucharlo hacia que su corazón palpitara con mayor intensidad.

- ¿Vos me vas a cuidar ehdtos días hahdta que me mejodhe? -preguntó para desviar la frase dicha anteriormente por Enzo.

-Si tu mamá y vos me necesitan, acá estaré -Enzo le sonrió.

- ¿Tendhé que tomar edhto por siempre? -Enzo río ante eso.

-Solo hasta que mejores, mi misión de esta semana es cuidarte.