Mein Schatz König

Capítulo 20 "Tu viejo amigo"

Tomé mi chaleco y toqué el intercomunicador.

- Sierra 15 a todas las unidades, estamos en contacto con el objetivo. - decía rápidamente por el intercomunicador.

- Sierra repite, se te oye con interferencia. - escuchaba la voz glitcheada de Price.

- Repito, Makar...

Makarov me alzó por el chaleco hasta elevarme en peso en el aire.

- ¡Luciana! - escuchaba el grito de la voz de König.

Makarov me arrojó al suelo con fuerza, sentía mis costillas doler, la herida en mi pierna sangraba y no podía moverme, él se acercó a mi y arrancó de forma agresiva el intercomunicador de mi pecho, dejando un ruido de estática permanente.

- Con que te llamas Luciana. -comentaba Makarov alejándose mientras se limpiaba el traje con las manos.

- ¡Aléjate de ella hijo de puta!- gritaba de forma desgarradora Soap.

- Tú cállate o te arrancaré esos pelos de la cabeza. - Natalya presionaba el cañón de su pistola sobre la frente de Soap.

Caí al suelo derrotada, me apoyé con mis manos, Makarov me apuntaba con un rifle, estaba traumatizada, no podía moverme, todo mi cuerpo temblaba, sentía escalofríos, veía a Makarov ida, estaba aterrorizada, ni siquiera podía parpadear, hasta aquí había llegado.

- Eres una fascista, Natalya me contó de tí, de un lado a otro sin rumbo, no tienes sentido de pertenecia por ningún lado, eres capaz de vender tu patria con tal de tener otra nacionalidad.

Estaba equivocado, pero no podía refutar ni argumentar, primero porque me volarian la cabeza si lo hacía, y segundo porque no podía hablar, estaba congelada, en shock.

- ¿Dónde están los demás? - Makarov me interrogaba poniendo el cañón del rifle debajo de mi garganta.

- ¡No le digas! - me advertía Soap.

- No, no... - ni quiera podía terminar las frases, los temblores me controlaban.

- ¿No qué?, estúpida. - inquiría Makarov.

- No dirá nada señor, yo me encargaré de que hable. - aseveraba Natalya acercándose a mí.

- No te encargarás de nada. - Makarov la detenía. - ¿Sabes qué?, te haré hablar, por las buenas o por las malas.

Makarov me arrastraba por el brazo a través del suelo, veía a Soap malherido cojeando delante de Natalya, estábamos rodeados de más hombres, eran al menos 10, todos nos apuntaban, Makarov me arrastró hasta dentro de la mansión, subió conmigo hasta una habitación y me lanzó sobre una cama, Soap se encontraba en el marco.

- Haz que pase quiero que sea testigo de esto. - ordenaba con señas que trajeran a Soap al interior de la habitación.

Makarov se acercaba a mi entre la oscuridad mientras desabrochaba sus pantalones, yo empecé a gritar desesperada, pero el me cubría la boca y sostenía mis brazos.

- ¡Suéltala cobarde de mierda! - intervenía Soap.

Natalya golpeaba la nuca de Soap haciéndolo caer en el piso, aún no estaba inconsciente, seguía intentando levantarse.

- Ahora me dirás lo que quiero. - sentía el aliento de Makarov, sentía un vacío en el estómago, el bajaba la balaclava de mi rostro descubriendo mis labios.

Recordé una maniobra para sacarse de intentos de asaltos sexuales, a los violadores les da más asco el vómito que orinarse encima o defecar, no sé por qué, pero espero que funcione, llevé mis dedos al interior de mi garganta para provocarme el vómito.