Parte 5: ¿Cúanto costaba? (2)

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    Murmullos rompieron el escalofriante silencio después de que el doctor diera su parte

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    Murmullos rompieron el escalofriante silencio después de que el doctor diera su parte. Mary se mantenía inmóvil. No había dudas de que había muerto. Maria Lurdes al ver esto no agunta la presión y se desmaya, pero antes de caer al suelo es aguntada por una de sus compañeras de Cámara, llamada Cándida. Luego de que Cándida la aguante, va a su ayuda también la última de las tres sirvientas, llamada Berta.

   Berta sujeta el lado izquierdo al cuerpo de María Lurdes, su ama de casa (Ama de casa es el término que se refiere a las líderes de las sirvientas, quien podía ordenar con autoridad, despúes de las órdenes de sus señores)

   William había quedado impactado por ver a Mary en el suelo, tanto que sus palabras se enmudecieron. Él le agarra sus manos. Estas estaban más frías que el márbol del suelo que pisaba. De un momento a otro, la cara de William cambia. No suelta lágrimas por su mujer, tanto era su enojo mezclados con dolor punzante. Se gira hacia sus tres sirvientas, dice- ¿Acaso nadie la estaba cuidando?! -Se refiere a cuidar a Mary-

   Berta temerosa responde- Mi señor, Maria Lurdes no responde-

   Maria Lurdes programaba los horarios en que sus compañeras debían encargarse de la señora. Al estar Maria Lurdes ausente, Berta y Cándida se niegan a contestar, sin decir una palabra.

    William aún más enojado que antes- ¡No me importa quien me hable! Quiero saber, quién la debía cuidar esta noche!-

   Cándida con total valentía y firmeza- Yo.. yo soy quién debía cuidarla...Yo lo lamento...-

   - ¡Calla! No quiero escuchar nada de ti. Solo quiero saber qué hacías que no la cuidastes como era debido- Interrumpe William, aún molesto.

   Los invitados ante estos gritos solo aumentan sus murmullos. Algunos de ellos se espantaban por el extremado comportamiento de William.

   Cándida, ahora con sus rodillas chasqueando entre ellas, cosa que no se ve por sus largas faldas de criada, responde- Mi señor, no era mi intención dejarla sola... Yo solo quería ver la gran fiesta de cerca en el salón... Yo estuve todo el rato con mi ojo sobre ella... pero de un momento... de un momento a otro... - Cándida se desploma de miedo al suelo, de rodillas ante William. Ella continúa, pero vuelve a repetir sus palabras, para dejarlo más claro- A pesar de esatr pendiente... cuando mire ya mi señora estaba en su espalda. Ya había muerto-

   William la mira severamente- Tú, ¡desgraciada!- Levanta sus manos de ira, pero se agunta a pegarle a la servienta.

   Cándida no podía soportar ser tratada con tanta fuerza que empieza a llorar de pavor. A esto aquel público de cotorras no paraban de opinar y continuar murmurando. Cándida para no arrastrtar con ella toda su culpa, señalando a Berta dice en alta voz- Tú desvergonzada. ¿Acaso no me vas a dejar sola? Ni siquiera hablas. ¡Traidora! -Ahora se dirige a William- Mi señor- Cándida se arrastra hasta sus pies y lo mira a los ojos- Mi señor- Señala otra vez a Berta- Ella también tiene la culpa de esta tragedía-

Anne BonnyWhere stories live. Discover now