Prólogo

35 11 0
                                    

Hace mucho tiempo existió un imperio muy poderoso y muy extenso, el cual era gobernado por la familia Zenin.

La familia Zenin era una familia que se caracterizaba por su belleza y su magia, pero no hay que dejarse engañar, ya que lo que tenían en belleza lo tenían en inteligencia, astucia y tiranía.

Este império, como cualquier otro, buscaba el dominio total de pueblos y territorios. Claramente conseguirían lo que querían a cómo diera lugar, pero había un problema que impedía que siguieran avanzando en su camino al dominio total, y eso era un grupo de sacerdotisas y sacerdotes que protegían a un pequeño reino oculto en la región norte donde la nieve era más densa y esta podía tragarte en un santiamen.

Este grupo eran cómo ángeles caídos del cielo, con hermosos ojos azules donde fácilmente podría decirse que Dios extrajo una pequeña porción del mar y la encerró en ellos. Su sabiduría se extendía hasta lo más profundo y su magia era divina con un poder muy puro y estable.

A estos sacerdotes y sacerdotisas se les conocía como "custodes" y cómo su nombre bien lo dice, ellos eran los guardianes de los cristales y las reliquias sagradas, las cuales custodiaban todo el tiempo.

En estos cristales se plasmaron concomimentos, secretos, misterios, entre otras cosas de la diosa de la sabiduría, la diosa de la vida y el dios de la guerra. Sin embargo, nadie sabe cual es él contenido de estas escrituras, a excepción del "custode mayor", quien fue el elegido para dar la vida si era necesario por esos cristales y esas reliquias sagradas.

Los avariciosos y codiciosos abundan en el mundo y claramente que estos artefactos son buscados por cualquier reino en busca de poder y claramente los Zenin son el peor enemigo que pueden enfrentar.

La vida debe seguir y una representación de su trayecto son los herederos qué se formaron con el pasar del tiempo. Ahora tenemos el nacimiento de dos hombres con destinos entrelazados, pero con demasiadas cargas sobre su espalda.

Dos personas que podrían cambiar drasticamente el curso del tiempo.

"¿Cuándo nacerán?" "¿Qué pasará?" "¿Por qué ahora?" todas esas preguntas que la gente se hace, pronto se contestaran.

- Y así mi querido hijo, espero que hayas entendido. Mi relato acaba, pero el saber ya lo cargas

- M-mamá, no te vayas

- No llores pequeño niño, pronto nos volveremos a ver. Lo juro por mi propia sangre.

La mujer terminó de de hablar, la mujer cerró los párpado, la mujer detuvo su respiración, la mujer se quedó quieta, a mujer murió y el niño a su lado lloró. ¿La vida es así?

Flos Imperii Where stories live. Discover now