Capítulo 14 "Roedor"

684 59 3
                                    

Narra König...

Me sentía exhausto, Luciana me había sacado el jugo por completo, inmediatamente después de acabar, caí en el quinto sueño, tenía tiempo sin dormir del todo bien, ¿y qué mejor manera que está para conciliar el sueño?..

Al despertar por la mañana, abrazaba a Luciana contra mi, y me acercaba a su cuello para percibir su aroma a flores de naranja, era un aroma tan suave como su cabello enredado en mi cara, no me molestaba y no quería moverme para no despertarla, ella se encontraba sobre mi pecho soñando, espero que no esté teniendo pesadillas.

Tenía tiempo sin tener sexo, había valido la pena totalmente, nunca me cansaré de estar con ella en ese sentido, y espero nunca cansarme en ningún otro momento.

Sé que al principio cuando se está conociendo a alguien todo es perfecto, pero tengo meses con mi ojos puestos sobre ella, y no he visto mayor cosa, todos tenemos defectos pero estoy seguro que puedo lidiar con eso.

Hago cosas horribles, y trabajo de eso, soy una persona terrible, y se me está presentando la oportunidad de hacer mi vida con una mujer maravillosa, que es lo contrario a mí, ¿quién sería tan estúpido como para dejar correr el tiempo sin hacer nada?, sé todas las conexiones de Luciana, sus rutinas, su familia...

En otras oportunidades he dejado de lado la vida en pareja por mi trabajo, por ser un riesgo para las personas que quiero, pero hay hombres de la 141 que han podido formar su familia y seguir trabajando, entonces, ¿por qué yo no pudiera hacerlo?, sé que soy capaz de brindarle seguridad a Luciana. Además por esta y otras razones oculto mi identidad y mi rostro, para poder tener una vida cuando fuese el momento.

Sentía que Luciana se empezaba a mover, se estaba despertando...

- Buenos días lieben, ¿cómo dormiste? - preguntaba acariciando su cabello.

- Muy bien. - reía avergonzada escondiendo su rostro en mi pecho. - ¿tú cómo dormiste?

- Dormí derrotado, me hiciste carne molida. - me burlaba esperando su reacción.

- Tonto. - ella me empujaba en el pecho hacia atrás.

- ¿Y qué te digo?, es la verdad. - seguía molestandola.

Luciana se sentó sobre la cama, aún tenía la blusa blanca, era lo único que la vestía, por encima se transparentaban un poco sus pechos, se veían bonitos, tenían una caída natural por la gravedad, son pechos más o menos grandes, es lógico que sea así. La luz del día atravesaba la ventana de la habitación, tocando a Luciana, Luciana creo que significa luz, y que adecuado este momento, veía sus ojos cafés afilados, sus pestañas enormes y sus rizos caían desorganizados por sobre sus codos...

- König...- ella me nombraba, llevando sus manos a su rostro y bostezando posteriormente.

- Dime. - me senté reposando la espalda sobre la corona de la cama.

- Me siento rara diciéndote König.- confesaba frotando sus ojos con los puños.

- ¿Por qué? - cuestioné extrañado.

- Porque no te llamas König, en serio pensaba que ese era tu nombre.

- Bueno, es mi apodo, igual puedes decirme así.

- ...

Luciana clavaba su mirada afilada sobre mi, yo la escaneaba con la mía, tratando de descifrar que era lo que me estaba viendo.

- Sobre lo que me dijiste anoche...- comentaba ella terminando la oración en un suspenso.

- ¿Qué cosa? - no tenía idea de lo que hablaba, solo recordaba que yo gemía como perra, me daba vergüenza aceptarlo, pero no puedo evitarlo.

Mein Schatz KönigDär berättelser lever. Upptäck nu