Capítulo 4

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A la mañana siguiente Clarke despertó por los rayos del sol. Y al voltear, sonrió al ver a Lexa dormir.

—Eres tan hermosa…—susurró acariciando la mejilla de la morena, que al sentir eso sonrió dormida logrando que Clarke también sonriera.

Pero en un momento Lexa volteó en la cama dándole la espalda, Clarke entonces decidió levantarse y ducharse para dejar de pensar.

—Buenos días—le dijo Abby cuando entró en la cocina.

—Hola.

—¿Has dormido bien?

—¿Con quién has venido anoche?

—¿Me han oído?

—Oímos que estabas con alguien—ahora fue el turno de Becca, que mientras le preparaba dos tazas agregó— ¿Quién es?

—Lexa… ¿La recuerdan? Lexa Woods…

—¿La hija de Titus?

—Pensé que no volvería.

—Lleva un mes de nuevo en Madrid. Anoche pasó por el bar, cuando dos tipos comenzaron a pelear.

—¿Te han golpeado?

—Intenté separarlos. Fue entonces que Lexa se metió, cuando uno de ellos la golpeó en el ojo—dijo la rubia preparando el café—. Así que decidí traerla y darle hielo… ¿No les molesta, verdad?

—No cariño.

—Ahora dinos—agregó Becca— ¿Son amigas o algo más?

—Cariño.

—Somos amigas. Bueno… En realidad… Lexa me gusta… Desde el bachillerato, pero no sé si ella quiere algo conmigo.

Abby y Becca se miraron y sonrieron, sentándose luego a su lado.

—Tienes que tener paciencia.

—Ve de a poco. Intenta apoyarla en todo lo que puedas.

—Y estar con ella cuando más lo necesite.

Sabes que Lexa solía hacer todo por su cuenta, pero en el fondo, tal vez necesite de alguien.

Las tres escucharon la puerta de la habitación y tanto Becca como Abby sonrieron, mientas que Clarke terminaba de hacer el desayuno.

—Buenos días. Oh hola.

—¿Cómo estás Lexa?

—Bien, gracias por dejar que me quedara.
Saludó a las madres de Clarke, abrazándolas, y se sentó a la mesa cuando Clarke le cedió un café.

—No tienes que agraecer—dijo Abby sonriendo cuando su móvil sonó—. Debo irme.

—Suerte cariño.

—Gracias, estaré libre por la noche—le dijo a Becca, besándola. Abrazó a Lexa y volvió a hablar—. Es bueno volver a verte.

Dejó un beso en la cabeza de su hija, y se marchó.

Mientras tanto, Clarke y Lexa desayunaron en compañía de Becca.

—¿Dormiste bien?—le preguntó Clarke a la morena.

—Mejor que en mí cama. Gracias.

Ambas miraron a Becca que estaba caminando de un lado a otro con su móvil, con algo de preocupación en su rostro.

—¿Todo está bien, mamá?

—Pensé que tendría mí día libre, pero debo ir a la galería ¿Quieren acompañarme? Habrá una exhibición.

Road Trip - Clexa AU (Re - Edit)Onde histórias criam vida. Descubra agora