Conquistaré a Lucifer. [Radioapple]

5

Lucifer dio la vuelta por toda la ciudad de New York, mostrando las calles que han sido remodeladas desde los años 30; y claro, explicando que eran las pantallas grandes que mostraban imágenes en movimiento. Demostrando su desagrado innumerables veces, siendo ignorado las mismas veces por el soberano que se empeñaba en llevarlo por las calles más "actualizadas" de hoy en día. Pararon a comer en un comedor público, dónde al parecer mammom ya había tenido contacto para preparar las cosas necesarias; pasaron el medio día yendo de tienda en tienda hasta que finalmente se dieron las siete de la noche.

— Lucifer ¿Es necesario ir de arriba para abajo? — Alastor se arregló la ropa, mirando como el Omega infernal ahora con forma humana se arreglaba su dorado cabello.

Lucifer por su parte, se empezó a sentir incómodo con ese tipo de ropa y chasqueó los dedos. Cambiando el estilo de ropa, volviendo a usar su ropa habitual, pantalón blanco, botas negras con tacón hasta las rodillas, camisa blanca; un chaleco con líneas blancas y rojas, junto a su saco blanco.

Mucho mejor.

Su bastón apareció y sonrió complacido. ¡Ahora está más cómodo que con esa ropa mortal!

— Me ofende que dijeras que no tengo más ropa, pero tú no eres diferente a mí. — Alastor cubrió sus labios con su mano enguantada y sonrió con cierta burla.

— Cállate, nadie te preguntó.

Se dió la vuelta, caminando hacia el club de los 80 's que su subordinado del principado le había recomendado hace no más de cinco horas atrás.

"Supongo que se avergonzó."

Sonrió triunfal cuando caminó más cerca y pudo percibir de nuevo ese aroma a manzana y rosas, dejando un leve rastro dulzón en el aire; a parte de su aroma, pudo ver un leve rojo en las orejas del soberano infernal.

— Ahora ¿A dónde vamos?

— A dónde nos apunta la nariz ¿Qué no ves? — lucifer sonrió de lado, extendió la mano por una nueva costumbre que adquirió hoy (ha tomado de la mano a Alastor casi todo el día para que no se pierda) y lo guío al bar, dónde todos los veían de pies a cabeza.

"Es un... poco diferente a lo de mi época."

El castaño evita chocar con las innumerables personas que se aglomeran en la entrada del bar, dónde solamente pueden entrar con una reservación y según por propias palabras del demonio de la radio; es lo único que aún se conserva en la actualidad.

— ¡Vamos, vamos! — lucifer parecía dar saltitos, tratando de entrar, pero por culpa de las personas no podía pasar y bueno; su altura es un maldito problema también para ser vistos por el guardia grandote que cuida la entrada.

Alastor sonrió al verlo, es un Omega lindo, pero como un humano... Sus rasgos angelicales se acentúan mucho más, y por unos segundos casi se olvida que es el soberano del infierno a quien ve con... ¿Ternura?

— ¿Por qué tengo que hacer fila con los mortales?

Alastor vio como sus ojos azules cambiaban a carmesí, sus cabellos comenzaron a revolotear como si una brisa saliera de su cuerpo. La sonrisa en su rostro por ver al soberano perder un poco la paciencia es genuina, disfruta ver cómo su usual calma desaparece por algo como esto.

En su estado, Lucifer no se percató que un beta borracho iba hacia él; tan fuera de sí por culpa del alcohol, terminó chocando con el rubio quien se tambaleó hacia atrás y estuvo a punto de caer.

¡Mierda!

Cerró los ojos con fuerza, no se dió cuenta de que venían hacia él; esperó que el golpe de culo llegará pero no pasó.