Capítulo 13 "Rein Raus"

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Tuve el más plácido de los sueños, el aroma y la respiración de König durante la noche ahuyentaron mis pesadillas, sus brazos tibios contra mi cuerpo me calentaban, estaba tan relajada que incluso sentía mi entrepierna húmeda e hinchada.

Y así pasé la noche, si lo analizaba era muy extraño pasar la noche con él, ni siquiera lo conocía del todo, pero me sentía como drogada. Al amanecer, König se encontraba abrazándome por la espalda y apretándome contra su pecho, acariciaba sus grandes manos que me rodeaban para empezar a despertarlo.

- ¿Estás despierta? - balbuceaba cerca de mi oído.

- Sí...

Me giré para verlo de frente, rodeé su cuello con mis manos y acerqué mi nariz a lo que calculaba, era la suya y lo abracé, el de vuelta me abrazaba con más fuerza, me sentía liviana, sin pesos ni preocupaciones.

- Que bien se siente. - König decía entre suspiros pesados.

- Siento como si estuviera drogada. - confieso esbozando una sonrisa.

- Yo también, me siento demasiado relajado.

Sentía contra mis muslos la erección de König, intenté ahogar mi gemido cuando me dí cuenta. Tenía a König tan cerca de mí, imaginaba todas las posiciones posibles con él, me preguntaba cómo se sentiría...

Me acerqué a su cuello, cerré los ojos y metí mi cabeza por dentro de la capucha de König para besar su mejilla con dulzura, o al menos así quería que lo sintiera.

- ¿Dormiste bien? - preguntaba mientras plantaba pequeños besos alrededor de su mejilla.

Sentía que la situación iba escalando, pero no podía contenerme tan fácil, lo tenía en frente, tan grande, tan alto, con su voz ronca mañanera y sus tiernos ojos azules.

- Me siento rejuvenecido, con 10 años menos. - respondía riéndose.

- Un sueño reparador...- agregaba acariciando su pecho.

- ¿Qué quisieras comer? - inquiría König emocionado.

- No lo sé...

- Dime, y te lo prepararé.

- No tienes por qué molestarte, déjame ver qué puedo hacerme por mi cuenta. - refuté con amabilidad levantándome de la cama sin perder de vista a König.

- ¿Sabes qué?, te haré un strudel de manzana. - respondía decidido poniéndose de pie.

Veía su espalda ancha frente a mi, König se estiraba y veía como sus músculos se tensaban, no podía sentirme con más ganas de estar encima de él, pero hacia lo posible por disimular.

- ¿Estás seguro?, ¿No es muy complicado?

Solo había comido strudel de fábrica, hacerlo de forma casera debe ser difícil, pero König debe saber la receta y se ve entusiasmado, parece que le gusta cocinar, un punto a favor.

- Es la receta más fácil que puede existir, es pan comido.

Me dirigí al baño a darme una ducha y a cambiarme, estaba en la comodidad de mi hogar pero sentía la necesidad de estar cuánto menos presentable ya que tenía visita, ya era hora de quitarme el pijamas. Al quitarme las bragas, me di cuenta de que mi sexo estaba hinchado y muy húmedo, sentía ganas de tocarme, pero tal vez no sea prudente por el momento.

Al salir me incorporé a la cocina, König iba de un lado a otro de los mesones preparando ingredientes, pensaba que le haría falta un hilo musical de fondo para seguir con la receta, era mi forma de ayudar en la cocina.

- ¿Quieres escuchar música mientras estás ahí? - pregunté acercándome al altavoces de la biblioteca.

- ¿Te gusta el metal?

Mein Schatz Königحيث تعيش القصص. اكتشف الآن