El inicio.

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Hace mucho tiempo atrás existían dos lumbreras, cuyos nombres eran.
Sol y Luna.
Las dos lumbreras se llevaban bien, paseaban juntas y hacían a las estrellas retroceder.

Las dos luces servían para cosas diferentes, la luz del sol servía para el día y tarde.
Mientras que la luna alumbraba la noche.
Gracias a esto, los dos poderes fueron separados en algo llamado prisma.
Una piedra sagrada cuyo poder mantenía las dos naciones unidas.
Naciones lunares y solares.
Ambas naciones vivían en armonía, compartían risas y tradiciones, simplemente todo era..hermoso.

Hasta que una noche, cuando el sol y la luna se encontraban juntas, hubo un pleito..Uno de los integrantes de la nación lunar fue rápidamente hacia la luna.

-¡Mi señora, han robado el prisma!

Exclamó el individuo, la luna se sorprendió y su mirada al sol se dirigió, el sol se veía confundido y pasos atrás dio aturdido.
La luna furiosa miró al individuo y habló con autoridad.

-¿Quien fue, quien se atrevió a robar el prisma sagrado?

El miembro de la nación lunar guió a la luna hasta aquel altar, el sol se quedó atrás mientras a espaldas se empezó a burlar porque su plan logró finalizar.
Una vez en la nación lunar, la luna busco el prima de pies a cabeza mientras maldecía en voz alta.

-¡Maldita sea! Esta será nuestra perdición.

Dijo la luna con desesperación mientras sus lagrimas caían con dolor, luego un guardia lunar llego y le contó a la luna que había sido uno de los súbditos del sol.

-Mi señora, los demás guardias afirman haber visto a miembros de la nación lunar entrar y robar el prisma.

-Eso es correcto, de seguro ahora se encuentra con el sol.

Exclamó otro guardia anónimo.
La luna se puso de pie mientras sus pupilas se sacudian con incredulidad.
¿El sol, su fiel amiga la traicionó?..
Apretó los puños con enojo y tomo una decisión drástica.

-Alisten las tropas..Recuperemos nuestro prisma.

Los guardián asintieron ante su petición y rápidamente corrieron a avisar a los demás.
Luego de horas las tropas se alistaron, armas y gritos era lo único que se escuchó, las tropas fueron a la nación solar y se inició una guerra.
Las dos naciones pelearon por la avaricia y el poder, porque lo único que importaba era demostrar quien era el líder.
La luna enfurecida contra el sol se fue, quien la miro con una sonrisa cruel.
Ella tomó su arma y con rapidez intentó atacar a la lumbrera menor, la luna, quien no se dejó, esquivo su ataque y así empezó una brutal pelea.

-¡No te saldrás con la tuya, traidora!

Exclamó la luna con un tono de ira mientras su pelea consistía.
El sol se rió y cuando le dio un golpe habló.

-No hay nada que puedas hacer luna ¡El poder ahora es mio, rindete!

Dijo el sol, y cuando estuvo apunto de apuñalarla con una espada celestial, la luna reacciono con un ataque audaz, hizo caer al sol y su mirada se encontró con el prisma, el sol con dificultad intento levantarse y detener a la luna quien estaba a su alcance, la luna lo esquivo y con gran desesperación intento llegar al prisma, y cuando estuvo a tan solo un paso de atraparlo, el sol la detuvo haciéndola caer, cuando lo logró empezó a golpearla con brutalidad sin darse cuenta que el prisma se empezaba a agrietar, cuando la luna devolvió el ataque un ruido se escuchó más adelante, una luz cegó el lugar y emandó una explosión expansiva por toda la nación.
Cuando su vista volvió el prisma estaba partido en dos, la luna un gruñido dio, y con dificultad se paró, corrió hacia una mitad de la piedra sagrada y así huyó.
El sol intentó detenerla pero fallo, ahora lo único que lo acompañaba era ese único pedazo de prisma.

La guerra había acabado cuando la luna se había retirado.
Las dos naciones se quedaron con una mitad del prisma diferente.
Y desde ese momento las dos naciones vivieron separadas, solamente existian guerras y conflictos entre las dos naciones, la luna construyó una barrera para proteger a los suyos y desde aquel entonces ningún miembro de la otra nación puede entrar a nuestro reino.

-Y fin, ahora ve a dormir pequeño, una estupenda noche nos espera mañana.

Dijo una voz femenina cerrando un libro de leyendas, aquella mujer se encontraba sentada al lado de su hijo menor el cual había rogado por un cuento para dormir.

-Mami..¿Porque la nación solar decidió traicionarnos, que hicimos mal?..

Exclamó la voz inocente de su niño el cual se acurrucó a su lado abrazándola, Selene, la luna, lo miró con ternura y a su lado se quedó acariciando su cabello mientras hablaba con una voz suave y calmante.

-No lo se mi amor, aveces las personas toman decisiones confusas, pero eso no debe afectarte, vamos ahora duerme ya es tarde.

Dijo Selene mientras se ponía de pie, dejó un pequeño beso en la frente de su niño y caminó lentamente hasta la salida de su habitación.

-Te amo mami.

Selene sonrió ante la mencion amorosa de su hijo menor, volvió su mirada hacia el y apagó la luz.

-Yo también Warlley.

Y finalmente salió de la habitación con cautela, dejando a su hijo dormir en tranquila paz.

★~•°Lazos rotos°•~★Where stories live. Discover now