Awase Yosetsu reflexiona (llora) en la cafetería de la UA porque no recibió ninguna carta del día del amor y la amistad. Tampoco le hace sentir muy bien de que la chica del cual tiene un profundo enamoramiento sea el "valentine" de otra persona.
O...
Dos días antes para el día de San Valentín, Awase estuvo pensando mucho, tal vez "sobre pensando" era la palabra correcta, en realidad, había una persona que le gustaba, una chica. La chica más linda de todo el Universo, su cabello era sedoso, sus ojos eran grandes en forma de almendra y tenía unas hermosas pestañas espesas que revoloteaban cada vez que parpadea, sus manos eran finas, con piel tersa y preciosos labios esponjosos y rosados que Yosetsu apostaría que saben a fresas o a lip oil costoso, en realidad no estaba muy enterado de moda femenina pero aquella mujer se vestía tan linda siempre, ¡Maldición! Siempre olía a ese perfume desconocido de marca costosa para el chico pero embriagante que se convirtió en su favorito solo porque ella lo usaba, sus uñas estaban siempre bien cuidadas además de su excelente condición física y fuerza junto con su increíble quirk , aparte de todas aquellas cualidades físicas, era la mujer más inteligente que Awase haya podido conocer jamás, era considerada y muy amable, se preocupaba por sus amigos demasiado, los ayuda siempre en todo lo que puede. Aunque pudiera ser insegura de sí misma Awase la consideraba una chica perfecta y la idolatraba tanto que sin muchos rodeos llegó a enamorarse. El amor no lo consumía, pero siempre se sentía tan nervioso cuando estaba cerca de ella. Podía decir que estaba enamorado. AMOR. Enamorado de amor. Enamorado de Yaoyorozu Momo.
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Un día antes de que fuera San Valentín, o sea, el más odiado 13 de febrero, Awase decidió que le pediría a Yaoyorozu ser su "valentine" tal vez no declararía su amor romanticamente ni nada por el estilo. No, Awase no era ese tipo de chico, tal vez solo saldrían amistosamente aquel día. Sin embargo, era demasiado importante para el chico, ese día se perfumó y peinó su indomable cabello, decorandolo con su banda favorita. Había comprado flores, consiguió un ramo de pequeñas no-me-olvides de un color vibrante azul plateado. Era humilde pero muy bonito y a primera hora antes de que iniciaran las clases se lo daría. ¡Estaba decidido! Aprovecharía el momento y el día del amor y la amistad a su favor. Le agradeció a los difuntos creadores de esta maldita festividad por darle una oportunidad para acercarse a la chica que le gusta y finalmente salió.
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Llegó a la clase A con mucha antelación, aunque estaba bien, se sentía nervioso pero lo disimuló perfectamente, esperaba que ninguno de sus amigos lo vieran por ahí. Apretó el tallo de las flores sin llegar a lastimarlas para al menos bajar sus humos. Sentía sudor frío recorriendo por su nuca, entró al salón con falsa confianza y ahí la vió a ella, sentada en su asiento acomodando sus libretas color rosado muy finamente. Se quedó congelado, muy estresado, pero finalmente avanzó hacía donde estaba ella, en el salón estaban algunas personas, el representante de su clase rival y el joven promesa Izuku, además de algunas chicas que había olvidado el nombre, pero una de estas últimas lo notó y rápidamente comenzó a murmurar con la otra, la chica de piel rosa sacó su celular para grabar el momento mientras que la invisible se reía nerviosamente. ¡Le iban a proponer algo a su vice presidenta! Momo giró a verlo fijamente, aún sentada con tanta gracia, le sonrió al verlo e inclinó la cabeza en confusión.
