𝐬𝐞𝐯𝐞𝐧𝐭𝐞𝐞𝐧

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La chica, resignada, se dio la vuelta y le encajo un besito en el cachete, cerca de la comisura de sus labios.

―Mañana te traigo a la escuela con la condición de que me chape' ―propuso.

―Te los doy gratis ―le guiñó un ojo con humor― era joda, tráeme al cole.

Los dos entraron a la par, cruzándose con cierta amiga de la muchacha.

―Ayyy hola Marii ―la saludo con un beso en el cachete.

―¿No so' el único al que le da' besos? ―dijo con un semblante preocupado.

―¿Cómo? ―el rostro sorprendido de Mariela era bastante notorio.

A Danilo se le ocurrió una forma para molestar e insinuarse a la chica.

―Esta que ve' acá e' mi wacha ―tomo la mano de la opuesta.

―¡Mentiraa! ―negó avergonzada.

―En cualquie' momento ―murmuró esto último y la soltó― te espero en el aula, no tarde'.

―Se le dice salón ―lo corrigió y se dispuso a hablar con la novia de su mejor amigo.

―Anda' ―se fue de ahí.

Una vez que este estaba lo suficientemente lejos empezaron a cuchichear.

―¿Cómo que te da besos? ¿Ya son novios?, yo sabía que esto iba a pasar ―lanzó un gritito digno de una fangirl.

―Solo besitos, nada más ―respondió apresurada, con timidez.

―Después contáme todo con él, en el recreo o por ahí ―le sonrió y se alejó.

Micaela asintió, aunque la contraria ya no la veía. Se dirigió a su salón y sentó en su lugar.

―Por fin veni' vo', gila ―le tiró el pelo― te extrañe.

―Me fuí dos segundos Danilo ―revoleo los ojos― igual yo también. Se llama apego ansioso ―bromeo, pero el opuesto no entendió.

―Ah ―tomó aire e intento desesperadamente no dejar de interactuar con la chica―¿me seguiria' queriendo si me hago un gusano? ―preguntó, confiado ante la respuesta que se imaginaba que le daría la rubia.

―No, que asco ―frunció el ceño.

―¿CÓMO? ―preguntó dolido y se agarró el pecho― agarrame que me desmayo...

Los tres estaban sentados en el asfalto, esperando a que pasen a buscar a la chica

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Los tres estaban sentados en el asfalto, esperando a que pasen a buscar a la chica. El resto, es decir los otros dos hombrecitos, tenían total libertad de irse. Empero no lo harían, no querían dejarla sola en la calle.

―Estás más peinado y oles mejor, eh ―dijo Micaela, cortando el silencio.

―Gracia', igual no pero- ―le proporciono una sonrisa.

BARDERA  𝒇𝒕. danilo sánchezWhere stories live. Discover now