❝𝐆𝐎𝐎𝐃 𝐀𝐋𝐏𝐇𝐀❞ ¦ 𝐒𝐚𝐇𝐲𝐨.

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En esos momentos no había tanta diferencia entre Sana y Ryujin.

— No soy una cachorra, Hyo. — rechisto la alfa, negada a verse como una niña por su novia.

— Ryujin dice lo mismo y sí es una cachorra. — se burló pellizcando las mejillas de Sana.

— Pero ella tiene cinco años, y yo ya soy una adulta. — dijo con seguridad. Era mayor que Jihyo, no era justo que ella la tratara como si tuviera la edad de su hija.

— Una adulta berrinchuda.

Antes de que se le ocurriera reprochar, Jihyo le dio un beso que la hizo tragarse su queja.

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Sana tocó el timbre a la hora acordada, aún tenía sueño, pero se sintió obligada a llegar antes para que tuvieran tiempo de desayunar.

Fue recibida por una pequeña castaña que vestía un overol y llevaba dos coletas como peinado, resistió las ganas de chillar de la ternura.

— Hola, Ryujin. ¿Dónde está tu mami? — preguntó sintiéndose intimidada por la cachorra.

Aunque supuestamente la menor ya había olvidado que Sana le caía mal, la pelimorada no se confiaba mucho, podía ser que Ryujin estuviese fingiendo para atacarla por la espalda.

La infante le dio una bonita sonrisa y la dejó pasar, — En la cocina, dijo que te apuraras.

— ¡Ryujin, yo no dije eso! — grito desde la cocina la omega.

La menor alzó los hombros con desdén, no podía esperar a llegar al colegio y enseñarles a sus amigos que sí tenía otra mami.

Sana siguió a la cachorra y ambas se sentaron para desayunar, la menor con ayuda de la alfa porque todavía no alcanzaba su silla.

A los pocos minutos Dahyun les hizo compañía, no era necesaria su presencia tan temprano porque tendría solo una clase y sería en la tarde, pero como la buena hermana mayor de Ryujin, no podía perderse el desayuno para ver como se portaba la cachorra con Sana.

A su parecer, la alfa era agradable y no mostraba signo alguno de ser detestable como la anterior pareja de Jihyo, por su parte ya tenía su aprobación. Ahora solo faltaba que la Park menor se diera cuenta de eso y dejara de poner trabes al noviazgo de Jihyo y Sana.

Desayunaron tranquilamente, Ryujin hablando de vez en cuando y dejándole en claro a Sana que tenían que ganar en las competencias para tener pegatinas de estrella en su frente, la alfa asintió observando que la menor era igual de competitiva que su madre.

Jihyo se mantuvo callada, viendo la interacción que llevaban, para su suerte todo iba bien, Ryujin no había hecho ningún gesto de incomodidad, y Sana estaba más concentrada llenándose de miel y mermelada.

Ya en la entrada del colegio, Sana tuvo que tragar saliva cuando Ryujin dejó de tomar la mano de su madre y pasó a tomar la suya, tuvo que bajar la vista al agarre, confirmando que la cachorra era quien se aferraba a ella.

Para su suerte Tzuyu estaría a su lado ese día, ya que Jihyo tampoco iría a la oficina y Taehyung se encargaría de su cuidado, por si Ryujin pretendía deshacerse de ella ese día, Tzuyu serviría de testigo.