FEELINGS ✿ rachel green

24. the one with the greatest love story

━━━ 💗💭..⃗. ❪ episode 24 ❫⁺˳ꪶ
🎀﹏( the one with the greatest love story )⸼۰˖ ₎₎

❛ but goddamn, you got me in love again ❜

Nueva York siempre ha sido la ciudad que nunca duerme, nada se detiene, y absolutamente todo debe ser veloz o se pierde en el momento. Al poco tiempo de llegar a la ciudad tuve que acostumbrarme a ese ritmo, incluso más si deseaba ser periodista, pero ese último mes había sido el más lento de mi vida.

Nueva York también era sinónimo de Rachel Green, y ahora que toda su energía caótica estaba situada en Paris, causaba un desequilibrio en mi perspectiva de la ciudad.

Había encontrado mucho con lo que ocuparme para dejar de buscarla en todos lados. Un gran ejemplo era mi constante lucha por no ser desplazada por George, mi nuevo compañero presentador del noticiero. Sabía que si flaqueaba estaría fuera, así que cada día era un reto.

Sonreír, saludar, ser carismática con cada gesto y frase. Incluso había comenzado a involucrarme con el equipo de producción en la redacción de los reportajes que salían al aire. Gracias al cielo Nina había aceptado quedarse un poco más y seguía acompañándome luego de que le rogara.

Pero, cuando atravesaba la puerta del apartamento la soledad era incluso más palpable y pesada que cuando llegué a la ciudad y vivía en un espacio no mayor a 3 metros cuadrados. Estar sola era tolerable luego de años acostumbrada, hasta que pasé meses acompañada por la mujer de mis sueños y ahora no estaba. Me costaba horrores estar realmente tranquila, sabiendo que lo más que tendría sería el sonido de la voz de cierta rubia en alguna extraña hora donde el cambio horario no hiciera que alguna de las dos se durmiera a mitad de la conversación.

Así que simplemente procuraba pasar el mayor tiempo posible en el estudio o buscando alguna noticia en la calle que fuera digna de una cobertura estelar.

Ese día estaba cansada, me había dormido muy tarde la noche anterior, porque pasé de responder mis correos electrónicos del trabajo y enviar algunas copias de mi currículo, a escribirle una enorme y vergonzosa cantidad de caracteres en un e-mail a Rachel, acompañada solo por una copa de vino que me instaba a hacerlo.

"Siempre he sido de demasiadas palabras, tal vez no siempre las correctas, pero si muchas, incluso en contra de mi voluntad, eso ya debes saberlo. Estos días he estado aprendiendo a acortar mis ideas, al público debes contarles las noticias lo más pronto posible, sin perder los detalles, para que no se aburran de escucharte, así que mis habituales verborragias no son mi mayor fortaleza al intentar ser buena periodista.

Pero cuando se trata de ti, cariño, todo cambia. Jamás podría acortar nada de lo que deseo decirte. No podría evitar las ensoñaciones que tengo despierta sobre un futuro donde vivamos juntas. Nunca pensé siquiera en tener alguna pizca de poeta, pero tú me haces querer intentarlo. Todas las palabras más cursis y dulces son para ti, siempre ha sido así, aunque sea algo muy reciente el que finalmente me atreva a compartirlas contigo.

En mi mente, comparto contigo la historia de amor más hermosa que jamás se ha contado, y quiero tener el valor para contársela a alguien más que a la luna y al silencio de mi habitación, aunque sea solo a ti, mereces saber como es verte desde mis ojos, porque eres mi mayor adoración, hoy y siempre, Rachel Green.

Siempre tuya,
Dottie."

Presioné el botón de enviar sin darle un segundo vistazo o terminaría borrando todo. La computadora portátil que antes apenas usaba para ver los correos de la cadena, ahora era una tentación a expresar mi vulnerabilidad al recaer en la nostalgia en noches como esa.