𝐟𝐢𝐟𝐭𝐞𝐞𝐧

Mulai dari awal
                                    

―Flaco no ayudas, así no te la ganasss ―se agarró los pelos con frustración.

―Callate vo' Carlo', ni idea tene' de minas.

Micaela agradeció a que el timbre sonará. Con enojo se dio la vuelta, con la intención de irse.

Antes de que lo logre el castaño la tomo del brazo izquierdo.

―Mañana te chapo toa' adelante de ella para que deje de jode' ―acaricio invasivamente la palma de la mano de Micaela.

―Hacelo ahora, cagon ―lo reto, exaltada por la reciente conversación.

El chico depósito un suave beso, hasta ese momento el más tierno y evidentemente menos lujurioso.

―Cuando quiera', con chaparte to' bien ―soltó su mano, para adentrarse a la construcción.

Y en su lugar dejo a una muy confundida chica. Si había algo para afirmar era eso mismo.

Le gustaba Danilo Sánchez, le encantaba, lo adoraba e imaginaba en cada instante. Y eso era lo peor, que lo quería aún después de todo. De como se trataban, de su relación. De su personalidad, y después de joderlo tanto lo había descubierto.

Se apresuró a entrar a la última clase del día, con la mente en cualquier lado y pensamientos intrusivos que revoloteaban por su cabeza.

Se sentó con agresividad en el banco y se aferró a su mochila, abrazándola de los nervios.

―¿Qué te pasa ahora? ―se animó a preguntar.

No obstante Micaela no se sentía lista para responderle. Básicamente no se sentía lista para socializar con él, para tener ni la más mínima interacción por simple confusión.

Sí, sabía que le gustaba Danilo. ¿Pero acaso eso estaba bien, qué debía hacer al respecto?

―Rubia ―le tiró del pelo, recibiendo sólo una mala mirada de reojo― bue', anda. ―dejo de intentar obtener su atención.

La clase dio su final y la ojiazul se desespero por salir de ese salón que tanto la sofocaba. Mejor dicho, sus pensamientos eran los encargados de sofocarla.

A la salida la muchacha se apuro a las corridas para llegar al lado de su mejor amigo, su mejor consejero hasta el momento.

―Che Carlos... ¿Danilo tiene algún problema en casa? ―preguntó en voz baja.

―¿Por? ―interrogó incómodo.

―Me acuerdo que le habia dicho a mi papá que no tenía papás o algo así ―dijo con naturalidad.

―¿QUÉ?, ¿CÓMO O POR QUÉ?, ¿TAN NORMAL LO DECIS?

―Onda mi papá lo estaba re obligando a hablar ―hizo memoria con esfuerzo― vos estabas, ¿no te acordas?

El contrario negó.

―Me da cosa tratarlo así, pero se la re busca ―se mordió su labio con frustración― bueno, chau Carlitos.

El nombrado se quedó estático, extrañado por la confianza de la chica al hablar de ese tema.

―Espera Mica, ¿por qué preguntas?

La nombrada se quedó pensativa.

―No sé, algo raro. Tranqui.

―¿Y qué es boluda, me ves cara de adivino? ―rió con diversión.

―Yyy... no, pero qué se yo. No me siento tan cómoda diciendo esto en voz alta, recién hoy me di cuenta que-

―Dale boluda, qué onda con él ―consulto, pues quería sacarle información para poder proporcionarsela a su amigo quien babeaba por ella.

BARDERA  𝒇𝒕. danilo sánchezTempat cerita menjadi hidup. Temukan sekarang